¿Hay algo más típico que ir a tomar el vermut? En la capital madrileña desde luego que no. Lo mejor de todo es que sabes la hora a la que sales de casa, pero nunca a la que volverás.
Con hielo o sin él. Con una rodaja de limón-naranja o sin ella. Con gas o sin él. Con aceituna o sin ella. A gusto de consumidor, porque cualquier forma es válida combinada con un buen vermut Guerra, Miró, Yzaguirre, Reus, Iris, Quintinye Perucchi…
En esta ruta descubrirás los mejores sitios -y marcas- para disfrutar del ansiado aperitivo de los domingos. Algunos puede que te suenen, otros serán un gran descubrimiento, pero en cualquier caso: querrás visitar todos.
Y para que no se te vaya demasiado la cabeza, en todos estos bares y tabernas puedes complementar el elixir con espléndidas raciones, gustosas tapas y originales bocadillos.
A ver quién se resiste a una segunda ronda…
6La Colmada
Vinoteca, tienda de ultramarinos, vermutería… Esta peculiar taberna es el lugar perfecto para comprar conservas gourmet, probar productos de primera calidad y, mientras tanto, hartarte a beber vermut.
Tiene marcas poco comerciales, pero excelentes, como son Copini, Espinaler, Casa Mariol o Bandarra. Y también tiene un vermut casero de grifo. Los más famosos del local son el Espinaler y el Guerra de El Bierzo. Todos cuestan 2’50€.
Su peculiar decoración azul eléctrica no pasa desapercibida. Realmente, luce como una monísima tienda de conservas, especializada en productos gallegos y de la huerta. No te vayas sin probar sus boquerones a la vinagreta o su lomo de orza con pimientos.
La recomendación del dueño es clásica: acompañar el vermut con una gilda. Pero a la hora del aperitivo, las alternativas son infinitas. Desde el ibérico de bellota, la tosta de rillette de pato con mostaza a la miel, tablas de embutidos y de ahumados… y hasta sardinas portuguesas en salsa teriyaki.
¿Será tu próxima visita? Si es así, te harás asiduo a la calle del Espíritu Santo 9, en Tribunal.