Las tradiciones navideñas que no pasan de moda en Madrid

Tic, tac, tic, tac… ¡la Navidad ya está aquí! De hecho, en Madrid podemos decir que está presente desde hace unas cuantas semanas.

Si caminar por el centro de la capital habitualmente es complicado, desde el puente de la Constitución se vuelve imposible. ¿El motivo? Las Navidades. Y si quieres te damos unas cuantas razones …

La gente se lanza a las calles -o al bus de Naviluz- para ver con sus propios ojos la iluminación de la ciudad, buscar novedades y tomarse unas cuantas fotos. Las colas en Doña Manolita toman dimensiones estratosféricas, inalcanzables a la vista de cualquier ser humano. Por no hablar del chocolate con churros de San Ginés, una auténtica delicatessen dulce que merece todo tiempo de espera.

Pero no has vivido una verdadera Navidad en Madrid si no has entrado en la Plaza Mayor y has salido con una peluca puesta. Tampoco lo has hecho si no te has parado en la parte trasera del Corte Inglés para cantar a pleno pulmón “Cortylandia, Cortylandia, vamos todos a cantar…”. Y la guinda de pastel: 31 de diciembre, imperdonable no correr la mítica San Silvestre vallecana.

Y a pesar de que todo lo mencionado pueda agobiar solo con leerlo… esto es Madrid y estas son sus tradiciones navideñas. ¿Has hecho todas al menos una vez en la vida?

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Probar fortuna en Doña Manolita

Las tradiciones navideñas que no pasan de moda en Madrid

Todo aquel que conozca la capital -y los que no, probablemente también- habrá visto u oído hablar de la famosa administración de lotería Doña Manolita. Situada en pleno centro, cada Navidad presenta interminables colas de personas que acuden única y exclusivamente para adquirir su décimo.

Su historia se remonta a 1879, año en el que nació Doña Manuela de Pablos, fundadora de establecimiento. Nacida en el barrio de Chamberí e hija de un maestro de obras, la joven madrileña abrió con 25 años y junto a sus tres hermanas la Administración nº67, en la calle Ancha de San Bernardo.

Un total de 81 premios han sido repartidos por el más que reconocible local, que cada año amplía su fama. Y, con ello, sus largas colas para hacerse con un décimo de la administración bendecida por la suerte. 

Se trata de un claro emblema de Madrid, en el que la magia de la Navidad y la ilusión de los que acuden a comprar se encuentra presente en el pequeño establecimiento. Quién sabe si este año la suerte sonreirá en la administración de la calle del Carmen 22.