Pocos platos hay tan madrileños como un buen cocido. Este delicioso y contundente manjar, capaz de resucitar a un muerto, levanta pasiones tanto dentro como fuera de la capital.
Los ingredientes suelen ser siempre los mismos. Eso sí, como en casi toda receta tradicional, cada maestrillo tiene su librillo: cada restaurante aporta sus propios toques de sabor, lo que les hace diferenciarse del resto.
Los componentes clásicos del cocido son: sopa, garbanzos, repollo, patata, zanahoria, morcilla, chorizo, hueso de jamón, tocino, morcillo y gallina. Algunos se atreven con manitas de cerdo o incluso costillas, mientras los más tradicionales se oponen a cualquier pequeña variación.
Lo que sí varía es la forma de servirlo: en dos vuelcos, en tres, en cuatro… y hemos encontrado alguno que tiene más de diez. No hay una forma correcta de hacerlo. En Madrid se servía originalmente en tres vuelcos, porque había que inclinar tres veces el puchero para poder servirlo.
De cualquier manera, la mayoría de los establecimientos se mantienen fieles a la receta original, sin distar demasiado unos de otros. Aquí te dejamos los cocidos que te dejarán la tripa llena y el corazón contento.
4Charolés
En el restaurante Charolés podrás disfrutar entre diez y catorce vuelcos por 33’50€. ¿Cómo te quedas?
Manolo Míguez, el propietario del establecimiento, reconoce que no sabe a ciencia cierta el número de vuelcos que componen su cocido. Pero, por supuesto, está muy lejos de los tres platos típicos: sopa, garbanzos y carnes.
Al segundo plato, el de los garbanzos, patatas y zanahoria, se agregan las fuentes de repollo y grelos salteados. La fuente de carnes es abundante y cuenta con cortes poco habituales, como los huesos de caña gigantes o los costillares de ternera charolesa.
Tendrás que visitar San Lorenzo de El Escorial para disfrutar de su cocido. Se localiza en la calle de Floridablanca 24.