Cocido madrileño: el mejor método para combatir el frío

Pocos platos hay tan madrileños como un buen cocido. Este delicioso y contundente manjar, capaz de resucitar a un muerto, levanta pasiones tanto dentro como fuera de la capital.

Los ingredientes suelen ser siempre los mismos. Eso sí, como en casi toda receta tradicional, cada maestrillo tiene su librillo: cada restaurante aporta sus propios toques de sabor, lo que les hace diferenciarse del resto.

Los componentes clásicos del cocido son: sopagarbanzos, repollo, patata, zanahoria, morcillachorizo, hueso de jamón, tocino, morcillo y gallina. Algunos se atreven con manitas de cerdo o incluso costillas, mientras los más tradicionales se oponen a cualquier pequeña variación.

Lo que sí varía es la forma de servirlo: en dos vuelcos, en tres, en cuatro… y hemos encontrado alguno que tiene más de diez. No hay una forma correcta de hacerlo. En Madrid se servía originalmente en tres vuelcos, porque había que inclinar tres veces el puchero para poder servirlo.

De cualquier manera, la mayoría de los establecimientos se mantienen fieles a la receta original, sin distar demasiado unos de otros. Aquí te dejamos los cocidos que te dejarán la tripa llena y el corazón contento.

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Restaurante Lhardy

Cocido madrileño: el mejor método para combatir el frío

Lhardy lleva abierto desde 1839, y es un pedazo de historia viva de la ciudad de Madrid. Por allí ha comido el mismísimo Manolete y hasta ha sido citado en obras de Azorín, Galdós o Gómez de la Serna.

En este restaurante el cocido se sirve en dos vuelcos. Y ya avisamos que su precio no es nada barato, sale a 36’50€ por persona, pero merece mucho la pena.

Es un puntazo que el primer plato, la sopa, contenga tropezones de gallina y carne. Y el segundo vuelco contiene todo lo debería llevar un buen cocido, pero su tocino y verdura son realmente especiales.

Podrás disfrutarlo en la Carrera de San Jerónimo 8, a escasos metros de la Puerta de Sol.