El reloj de la Puerta del Sol volverá a sonar hoy para recibir el año nuevo. Tras dar la bienvenida al 2021 en una plaza desierta debido al descontrol epidemiológico, este año vuelve el público al kilómetro cero para escuchar las campanadas y comer las 12 uvas aunque con restricciones de aforo. Es por ello que el reloj madrileño que corona la Real Casa de Correos ya está a punto para dar los cuartos como cada año para que todos los españoles reciban el 2022 con las campanadas.
El reloj de la Puerta de Sol llegó a Madrid en el siglo XIX. Fue la corona inglesa quién decidió regalárselo a la villa y Corte de Madrid. El 19 de noviembre de 1866, coincidiendo con el cumple de la Reina Isabel II, se puso en marcha este emblemático reloj cuyas agujas marcan el inicio del año. Desde esa fecha, este reloj no han dejado de funcionar con precisión y un año más ya está listo para dar los cuartos.
El reloj de la Puerta del Sol no solo funciona el 31 de diciembre y es que su mantenimiento dura todo el año. Al cargo de este cometido está su relojero, Jesús López Terradas que vigila que las agujas den con precisión la hora exacta para cambiar el anuario. “Para el mantenimiento del reloj tienes que venir todas las semanas, remontar las pesas que están en su parte más baja, y ya que estas aquí, una vez has subido, estás comprobando si los cables están bien y demás, revisas toda la máquina, si el aceite está en su punto adecuado, en fin, lo que es reparar una máquina. Si surge o ves cualquier cosa que hay que corregir, se corrige”, explica López Terradas a la vez que asegura que la maquinaria del reloj se engrasa y prueba a lo largo del año para que no haya ningún fallo.
Así, este péndulo está listo para su gran día, el 31 de diciembre. El reloj de la Real Casa de Correos cobra protagonismo en esta fecha ya que a las 12 de la noche la bola dorada del mismo marca el paso de año. Y es que la precisión horaria en segundos reina para tomarse las uvas tal y como explica su propio relojero: “Cuando cae la bola, está sonando. Y empieza a sonar cuando faltan 28 segundos para las 12. Cuando deja de sonar, cuando faltan 20 segundos para las 12, empiezan a sonar los cuartos, que son 4 cuartos de 2 campanadas cada uno, son 8 campanadas. Es donde normalmente muchas personas empiezan a comer uvas, y no hay que hacerlo así. Esos 4 cuartos hay que esperar, y cuando son las 12 en punto va a sonar la primera campanada de las horas, y es el momento de tomarse la primera uva, y, cada 3 segundos, las restantes… Luego cada uno hace lo que le parece oportuno”, asegura López Terradas.
El compás de este péndulo se retransmite a través de todas las televisiones y radios españolas para así sincronizar a todos los españoles para recibir el nuevo año. Desde sus hogares, los ciudadanos acompasan las doce uvas con las campanadas que da este emblemático reloj que yace en lo más alto de la Real Casa de Correos.
UNA NOCHEVIEJA PANDÉMICA
El corazón de la capital volverá a albergar la fiesta de Nochevieja, aunque con ciertas limitaciones debido a la explosión de contagios que esta provocando la variante ómicron. El coronavirus está pulverizando récords y es por ello que las restricciones estarán vigentes también en la Puerta del Sol para recibir el nuevo año.
El Ayuntamiento de Madrid y la Delegación del Gobierno han previsto un dispositivo especial de control para poder celebrar el Año Nuevo con una limitación de aforo como principal medida. Estas instituciones han cifrado el aforo en 7.000 personas, es decir el 39% del número habitual de asistentes sin pandemia (18.000). Además, para acceder a la Puerta del Sol será necesario pasar por cuatro filtros policiales, que se colocarán en los diferentes puntos de acceso.
Las instituciones han cifrado el aforo en 7.000 personas, es decir el 39% del número habitual de asistentes
Asimismo, los accesos a las estaciones de Metro y Cercanías de Sol se cortarán a las 21.00 horas, momento a partir del cual no será posible entrar ni salir de la plaza por estas vías. También habrá un importante despliegue de drones de la Policía Municipal, que permitirán la visión aérea del aforo y podrán avisar por megafonía a los asistentes si no cumplen las distancias de seguridad.