En el complejo de la Antigua Fábrica de Cervezas “El Águila”, en pleno corazón de la capital, se encuentra en la actualidad el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid. El centro que custodia los documentos generados por el Gobierno y la Administración de la Comunidad de Madrid, así como por sus instituciones antecesoras, que se encuentran en las fases de archivo intermedio y de archivo histórico.
El diario Qué! Madrid ha podido entrar en él y descubrir de la mano de su directora, Nieves Sobrino, todas sus instalaciones y algunos de sus documentos más valiosos que custodian sus 72 depósitos; el más antiguo data de 1330.
Conformado por cuatro edificios conectados entre sí, casi treinta mil metros cuadrados, este espacio alberga 83 kilómetros lineales de archivos históricos. Estos son documentos que genera la Comunidad de Madrid, de las instituciones antecesoras a ella, de instituciones hospitalarias y existenciales que existían en Madrid desde el siglo XVI y además, custodian en concepto de depósito los documentos originales de pueblos pequeños, que no tienen medios para hacerse cargo de ellos, y documentos particulares que llegan hasta allí.
Además cuentan con dos talleres, el de digitalización y el de restauración. Conocemos en profundidad este último, fundamental en cualquier archivo y que dónde se desempeñan dos trabajos fundamentales para que los documentos se documente en buen estado: actuaciones preventivas y de restauración. Gracias a Nieves Sobrino, este medio ha podido conocer en primera persona en qué consiste este último proceso.
Nos adentramos en cuatro de sus depósitos: el de soportes especiales, dónde custodian placas fotográficas originales para evitar que con el uso diario se deterioren. Otro de ellos, en el que se encuentran los negativos fotográficos; un tercero, también de formatos especiales, dónde descubrimos el archivo de mayor tamaño que se conserva en el Archivo Regional, en formato pergamino y en el que está reflejado toda la historia que hay en torno a la creación del Real de Manzanares, conocido en la actualidad por Manzanares el Real. Por último, visitamos un cuarto depósito, este de formatos normalizados, una zona de acceso restringido.
Cualquier persona interesada, presentando únicamente un documento acreditativo, puede consultar cualquiera de estos documentos en el espacio habilitado con el que cuenta el Archivo: la Biblioteca Auxiliar. Sin duda, una experiencia inolvidable.
¡Dale al play y descúbrelo con nosotros!