Hace un año, la Comunidad de Madrid quedó sepultada bajo la nieve y el hielo gracias a la borrasca Filomena. Fue la Nevada del siglo. Su llegada hizo que la región quedará paralizara durante más de una semana ya que los servicios de emergencias invernales no pudieron hacer frente a la gran cota de nieve que se había acumulado en las vías de la Comunidad. Las quitanieves no daban a basto y la falta de sal provocó que la practica totalidad de los municipios de la Comunidad quedaran aislados. Es por ello que este año, ante la amenaza de nevadas, el Ejecutivo regional ha ampliado la plantilla del plan nevada en un 35% más de operacios con el objetivo de hacer frente a los copos blancos de forma más efectiva.
Aunque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) llevaba días avisando, nadie pudo presagiar la gran borrasca que iba a a asolar la región. El espesor de la capa de nieve alcanzó los 50 centímetros, un grosor jamás visto en Madrid. Los copos no solo cayeron en la sierra como es habitual, sino que el manto blanco llegó hasta la capital dejándola colapsada y encerrando a los madrileños en sus casas ante la imposibilidad de moverse por la ciudad. Tras esta mala experiencia, el consistorio ha decido crear estrategias de prevención contra estas inclemencias invernales y para ello ha incluido en los nuevos contratos de limpieza más efectivos para hacer frente a las nevadas que podrían sucederse.
Este equipo contará con 5.258 operarios frente a los 3.884 efectivos con los que se contaba cuando llegó Filomena. Divididos en 2.919 operarios de lunes a viernes en tres turnos de trabajo y 2.339 durante el fin de semana, esparcirán sal y salmuera y retirarán nieve tanto en calzada como en acera. Según ha informado el consistorio, también se incrementan los medios mecánicos un 19,5 % hasta los 1.043 y se implantarán sensores de temperatura en calzada y un mapa térmico que permitirá predecir con una mayor antelación y fiabilidad el riesgo de nevada y heladas. No vaya a ser que ocurra como con Filomena cuando nadie en el consistorio fue capaz de predecir la gran nevada del siglo a pesar de los avisos de la AEMET.
nadie en el consistorio fue capaz de predecir la gran nevada del siglo a pesar de los avisos de la AEMET
Pero tal ha sido la huella que ha dejado Filomena que el consistorio capitolino ha decidido crear almacenes de sal. El Ayuntamiento de Madrid tiene almacenadas 7.947 toneladas de sal a granel, además de 271 toneladas en sacos distribuidos estratégicamente y la ciudad cuenta con una capacidad para producción de salmuera, como fundente principal, de 722,16 m3/día. A todos estos fundentes se suman este año 61 toneladas de acopio de cloruro cálcico probado durante el temporal Filomena que se trata de un buen complemento de la sal en las labores preventivas cuando la temperatura baja de -4ºC, fundiendo la nieve cuando la sal por sí sola no actúa.
Así, el Plan Nevada 2021-2022 llega con medios de extendido de sal mecanizados, además de saleros, salmueros y equipos combi para el extendido de sal húmeda. También se instalarán cuñas en los vehículos para acometer los tratamientos curativos, sustituyendo a las palas más estrechas y sin posibilidad de acumular la nieve en ambas márgenes. Cabe destacar que todos los efectivos están preparados para actuar las 24 horas conforme evolucionen las condiciones meteorológicas.
¿VOLVERÁ UNA FILOMENA A MADRID?
La borrasca Filomena fue la gran nevada del siglo y ante la bajada drástica de temperaturas vuelve la amenaza de que se pueda producir un fenómeno atmosférico de estas características. La nieve ya ha llegado a la sierra madrileña pero todo apunta a que una nevada de la magnitud de Filomena no asolará la capital como ocurrió hace un año.
Según la AEMET hay baja probabilidad de que vuelva a ocurrir. “Aunque es imposible predecir a largo plazo un episodio extremo como Filomena, las borrascas de esas características son muy poco probables y se calcula que su período de retorno es de aproximadamente unos 100 años“, explica el meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén del Campo que asegura que la probabilidad de que se repita una borrasca de la magnitud de Filomena es muy baja, de alrededor del 1%.
