Ganemos Colmenar, coalición municipal formada por Izquierda Unida, Podemos y Equo, ha presentado una moción en defensa de la ganadería extensiva tradicional en la que apoya las declaraciones del Ministro de Consumo, Alberto Garzón.
La formación en la oposición al Gobierno popular de Colmenar Viejo califica de “bulo” la polémica desatada en torno al Ministro de Consumo e insiste en que no criticó al sector ganadero español sino que defendió la ganadería tradicional extensiva.
Para Ganemos, la ganadería extensiva, social y familiar, ha sido la gran perjudicada en las estrategias agrícolas europeas y estatales, a pesar, afirman en un comunicado, que es sostenible ecológicamente, conserva la biodiversidad, mejora el suelo, mitiga el cambio climático o cumple funciones de protección antiincendios.
Un modelo que, afirma el concejal Hernán Gil, crea empleo, arraiga a la población al territorio y permite producir alimentos de alta calidad, el que precisamente hay en Colmenar Viejo y el que se debe proteger y poner en valor.
Gil ha anunciado en un vídeo comunicado que pedirán en el próximo pleno municipal un apoyo explícito a este tipo de ganadería sostenible y que se rechace la instalación de macro explotaciones ganaderas en el término municipal de Colmenar Viejo.
La moción reclama al Gobierno de España que legisle para proteger a la ganadería extensiva, y a la Comunidad de Madrid que trabaje para mantener la competitividad del sector ganadero y otorgue ayudas directas a las explotaciones familiares para que puedan afrontar la subida de precios que están sufriendo.
La formación denuncia que las macrogranjas producen mayores emisiones de gases de efecto invernadero, mayor contaminación de suelo y agua, mayor consumo de recursos naturales, peor calidad del producto y escasa creación de empleo.
Ganemos Colmenar afirma que muchas explotaciones familiares se han visto obligadas a abandonar el modelo extensivo ante la aparición de estas macrogranjas que denuncian, han agudizado esta reestructuración del sector.
Recuerdan que a pesar de que el número de animales no ha dejado de aumentar en España, en los últimos seis años se han destruido 11.000 explotaciones ganaderas tradicionales.