La capital madrileña es una de las principales ciudades en las que podemos encontrar múltiples culturas conviviendo en armonía. Por ello, no es de extrañar que “la ciudad que nunca duerme” tenga una Catedral Ortodoxa Rusa en el corazón de la capital. Fue construida en el año 2013, pero no fue hasta el 2019 cuando fue considerada finalmente como catedral en lugar de iglesia.
Cinco cúpulas doradas coronan este gran templo religioso ubicado en el distrito de Hortaleza. Para muchos será el primer contacto con un templo ortodoxo, ya que se trata de la única catedral ortodoxa rusa de Madrid. Para poder comprender el motivo por el cual se encuentra dicha catedral en el centro de la ciudad, debemos remontarnos al siglo XVIII, concretamente al año 176.
En aquella época ya existía una capilla de la embajada rusa dedicada a Santa María Magdalena, de ahí el nombre de la actual basílica. Con el paso del tiempo, esta pequeña ermita fue desmantelada hasta su completa desaparición. En la actualidad, la nueva representación de los ortodoxos se puede encontrar en el número 48 de la Gran Vía de Hortaleza, siendo reconocible a simple vista por su arquitectura rusa.
A. R. Vorontsov junto con el español Jesús San Vicente fueron los encargados de diseñar el impresionante templo que destaca por el color dorado de sus cúpulas y su torre con techo en punta. Sus cruces, propias de la iglesia ortodoxa, se diferencian de la católica en que tienen ocho puntas en lugar de cuatro.
SIN BANCOS NI PAREDES PINTADAS
Los feligreses que acuden a la Catedral Ortodoxa Rusa de Santa María Magdalena tienen orígenes muy variados, por lo que las misas que duran en torno a dos y cinco horas son realizadas en distintos idiomas. Además, los fieles permanecen durante toda la eucaristía de pies, ya que en su interior no se encuentran los típicos bancos de madera como en las iglesias cristianas.
Sus paredes también llaman la atención para todos los visitantes que acuden acostumbrados a ver únicamente templos cristianos, puesto que sus paredes son completamente blancas y no tienen representaciones de santos en los techos. Sin embargo, sus lámparas se llevan todas las miradas de los presentes que las observan sorprendidos por su monumentalidad y elegancia.
Por otro lado, los iconos ortodoxos no se pintan, sino que se escriben. En la mayoría de los casos los santos son representados con fallos debido a que no se tratan de imágenes realistas, pudiendo verlos en columnas y paredes. No fue hasta el año 2001 cuando los ortodoxos rusos se constituyeron oficialmente en Madrid como una comunidad religiosa que perdura hasta el momento.
La Catedral Ortodoxa Rusa de Santa María Magdalena ofrece distintos oficios religiosos a lo largo de la semana e imparte misa por el rito ortodoxo los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, así como algunos miércoles y viernes por la tarde. Para todos aquellos que no practiquen la religión pero tengan curiosidad en saber cómo es el interior del templo pueden acceder a él los sábados a las 17:00 horas en una visita gratuita en castellano.