El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la delimitación territorial de cuatro ámbitos de la capital que el consistorio quiere rehabilitar con los fondos europeos.
Este es el primer paso para solicitar a la Comunidad de Madrid su declaración como Entornos Residenciales de Rehabilitación Programada (ERRP) dentro del marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que canalizará parte de los fondos destinados por Europa para reparar los daños provocados por la crisis de la COVID-19. Los Fondos Next Generation son una oportunidad única para impulsar la regeneración de barrios mediante obras de conservación y eficiencia energética en edificios y mejora de los espacios urbanos de estas zonas.
Tal y como ha explicado la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, son los barrios de Meseta y Poblado Dirigido de Orcasitas, en el distrito de Usera; Puerto Chico, en Latina; las zonas de Eugenia de Montijo, Tercio Terol y Colonia de la Prensa, en Carabanchel y el Poblado Dirigido del distrito Fuencarral-El Pardo.
Estos cuatro entornos residenciales suman 16.000 viviendas. La aprobación de la delimitación territorial por parte del Ayuntamiento es clave para poder acceder a estos fondos europeos destinados a la rehabilitación de los barrios más antiguos de la capital, un plan que cuenta con 161 millones de euros para toda la Comunidad de Madrid.
EFICIENCIA ENERGÉTICA Y REHABILITACIÓN
Desde el Ayuntamiento se han realizado diagnósticos socioeconómicos y ambientales basándose en objetivos energéticos para poder concretar qué proyectos pueden tener más impacto positivo en la ciudad. También se ha tenido en cuenta que estas ayudas financiadas con fondos europeos están dirigidas, principalmente, a mejorar la eficiencia energética de los edificios de la ciudad, seleccionando áreas de la capital con un carácter estratégico donde se llevará a cabo una rehabilitación a largo plazo, tal y como marcan los plazos del plan de los fondos europeos.
Por eso, los hogares madrileños serían el primer foco de estas ayudas. Un estudio dice que, en la ciudad de Madrid, más del 80% de los edificios son energéticamente ineficientes y el 69% de los edificios tienen más de 40 años de existencia.
De hecho, los edificios que alcanzan la mejor calificación energética, la letra A, no llegan al 0,3% del total del parque residencial. Esta situación coincide con las zonas elegidas en el plan, ya que son barrios antiguos de Madrid que reúnen tipologías de edificación que necesitan urgentemente obras en materia de eficiencia energética