Atocha se despide del monumento en homenaje a las víctimas del 11-M

El lavado de cara de Madrid está siendo más que evidente. Tras anunciar que se retiraría la emblemática “ballena” de la Puerta del Sol, la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid ha confirmado que se desmantelará el monumento en homenaje a las víctimas del atentado del 11 de marzo con motivo de la ampliación de de línea 11 del Metro de Madrid.

Esta línea de Metro de más de 33 kilómetros de longitud que une puntos estratégicos de Madrid como el intercambiador de Atocha será ampliada en el segundo semestre del presente año. La ampliación de la L11 supone conectar la zona norte con la zona sur de la Comunidad de Madrid, incluyendo a barrios y distritos que no contaban con una conexión tan directa como la que se plantea actualmente.

Según afirma David Pérez, consejero madrileño de Transportes, se trata de la obra de metro con mayor inversión de toda España, en concreto un total de 1.700 millones de euros. Con esta prolongación, la línea ganará 33,5 kilómetros y será terminada a mediados del 2027, dividiendo las obras en cinco fases.

“SE TRATA DE LA OBRA DE METRO CON MAYOR INVERSIÓN DE TODA ESPAÑA”

Desde Cuatro Vientos hasta Valdebebas, la ampliación de la línea 11 sumará nuevas paradas que atravesarán el centro de la ciudad. Este hecho supone que las obras tengan una gran complejidad puesto que discurre por la parte de la capital más consolidada. El primer tramo comenzará entre Plaza Elíptica y Conde de Casal con un presupuesto estimado de 558,8 millones de euros.

NO ES UN ADIÓS, ES UN HASTA LUEGO

A pesar de que dicho alargamiento supondrá una mejora en las conexiones del corazón de Madrid, también conllevará una reorganización de infraestructuras, entre las que se encuentra la eliminación del monumento de homenaje a las víctimas del atentado del 11 de marzo del 2004 en el que fallecieron cientos de personas y hubo miles de heridos.

Este monumento situado junto a la estación de trenes de Atocha se puede visitar desde el vestíbulo central de la estación. De estructura cilíndrica construida con ladrillos de vidrio, con una altura de 11 metros y un diámetro de 9,5 metros, esconde en su interior una gran sala diáfana en la que se puede ver grabados en los muros los nombres de las víctimas y mensajes de condolencia en varios idiomas, dejados por ciudadanos anónimos en los alrededores de los lugares donde se sufrieron los atentados.

Atocha se despide del monumento en homenaje a las víctimas del 11-M 11m

El grandioso monumento conmemorativo tendrá que ser reemplazado de lugar para dejar hueco a una nueva posición de las escaleras fijas entre vestíbulo y andenes de L1. En su lugar, se elegirá un nuevo destino en el que emplazar la construcción quedando accesible a los viajeros y recordando lo sucedido.

El monumento fue inaugurado por los reyes Juan Carlos y Sofia el 11 de marzo de 2007, tres años después de la tragedia. El cilindro ha permanecido allí a viento y marea, aunque en el año 2009 sufrió un resquebrajamiento en su parte superior y tuvo que ser restaurado. Por su parte, el estudio de arquitectura FAM fue el encargado de elaborar la construcción conmemorativa, siendo dotados con un premio de 48.000 euros por la labor ejercida. Aún no se sabe la nueva ubicación en la que se podrá encontrar el emotivo monumento pero de seguro que allá donde se encuentra seguirá erizando la piel de todo aquel que se acerca a revivir la trágica historia sucedida en el Metro de Madrid.