El inmueble que ocupaba hasta el momento el Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT) en la calle Hortaleza número 88 tendrá un nuevo uso en los próximos meses. Este histórico edificio fue en su momento un convento de religiosas agustinas de la Magdalena situado en el centro de la capital.
El sindicato ha alquilado el edificio a una empresa de hostelería que pretende convertir este antiguo lugar religioso en un hotel que hospede a decenas de turistas. El edificio, de 3.500 metros cuadrados y más de 300 de aparcamientos, actualmente está destinado al uso terciario de oficinas. Además, el edificio cuenta con una vegetación especial en su patio interior que hace de él una construcción protegida.
Por su parte, la Junta de Gobierno ha aprobado un Plan Especial de Hospedaje con el cual el inmueble adquirirá la licencia de hospedaje, pudiendo albergar a más de 700 personas en sus 41 habitaciones distribuidas en dos plantas. El patio será el centro del nuevo hotel que tendrá un aspecto muy original.
La noche en este futuro hotel tendrá un precio de 145 euros la noche con lo que la compañía espera ingresar 1,62 millones durante el primer año. La iglesia situada en uno de sus laterales también sufrirá transformaciones, funcionando como un salón polivalente. De este modo, Madrid contará con un nuevo lugar en el que podrán descansar los turistas que quieran ubicarse en el centro de la ciudad.
EL CONVENTO DE SANTA MARÍA MAGDALENA
Fundado en 1623, el Convento de Santa María Magdalena fue una institución benéfica a cargo del presidente del Consejo de Castilla, Francisco Contreras. Este personaje histórico decidió que el edificio era un buen lugar para albergar a una comunidad de monjas. Esta orden de monjas franciscanas recogió durante un tiempo a mujeres que vivían en la calle, dándolas la opción de salir del convento en caso de que se casasen o decidiesen tomar los hábitos.
De aquel lugar tan solo se conserva en la actualidad la iglesia, puesto que en el año 1916 se decidió construir un nuevo convento sobre el antiguo. La UGT decidió aprovechar el lugar, que se encontraba desocupado, para rehabilitarlo y que fuese la nueva sede sindical aunque respetando su fachada original.
El interior de la iglesia fue modificado al crear una bóveda falsa de medio cañón bajo la estructura originaria de la cubierta. Popularmente, el edificio es conocido como “Las Recogidas” haciendo referencia a aquellas mujeres mencionadas anteriormente que recogían de la miseria.
Este convento no era el único que prestaba esos servicios en Madrid ya que, durante la época de Felipe II, “la conveniencia de hacer en la Corte un recogimiento de las mujeres mozas perdidas que andan por estas calles ofendiendo a nuestro Señor” era un hecho que se llevaba a cabo. La Casa de Aprobación de la Magdalena, para mujeres que se convierten; el Convento de las Arrepentidas de Atocha; el Colegio reclusión de mujeres, San Nicolás de Bari son algunos de los lugares que se encargaban de realizar dicha función.