Un glamuroso edificio neomudéjar recibe en la entrada norte de El Retiro a todos los turistas y madrileños que acuden al emblemático parque. Se trata de la sede madrileña de Casa Árabe erigido en el año 1886 en la calle Alcalá, aunque su construcción se remonta cuatro años antes. Emilio Rodríguez Ayuso fue el arquitecto encargado de realizar el edificio que mejor refleja el neomudéjar en la capital.
Lucas Aguirre y Juárez fue el comerciante y filántropo que pensó en la construcción del mencionado edificio, proporcionándole un toque moderno en la época en la que fue construido. Aguirre fue una persona que destacó por su bondad e iniciativa, compartiendo parte de su fortuna a la construcción de tres escuelas para niños sin recursos.
El arquitecto pensó en el edificio como un inmueble independiente formado por dos plantas que contase con biblioteca, museo escolar, patio de recreo, gimnasio, sala de música y observatorio meteorológico en su elegante torre neomudéjar. Por su parte, el torreón que destaca en la infraestructura llama la atención por sus más de treinta metros y su mirador de cristal que destaca sobre el ladrillo.
Aguirre apostó por el fomento de la educación en pleno siglo XIX, empleando su popular influencia para desarrollar el estudio de los niños del país. Las Escuelas Aguirre de Madrid, así recibió el nombre su proyecto, se levantaron en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Madrid que abrieron sus puertas años después de que muriese el empresario y mecenas de la actual Casa Árabe.
Recuperar la arquitectura andalusí era la esencia del inmueble, un estilo que coincide con la época romántica. Su uso como centro escolar acabo terminando en los años setenta, siendo ocupado en su lugar por oficinas municipales. A pesar de ello, la Casa Árabe fue reformada en varias ocasiones ampliándose las zonas de sótanos y la cocina.
La relación con el mundo árabe que se establece en la actualidad con el edificio tuvo lugar a raíz del año 2006, en el cual se fundó un convenio entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Junta de Andalucía, la Comunidad Autónoma de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Córdoba.
Con esta nueva alianza, el edificio vivió una nueva faceta en la que se pretendía reforzar las relaciones con los países árabes. Actualmente, la escuela ha mantenido en parte los deseos de Aguirre, pues sigue educando a los más jóvenes sobre la lengua árabe. Su proximidad a la Puerta de Alcalá y El Retiro lo convierten en un edificio icónico que forma parte de toda ruta turística del viajero que visite la ciudad.
Hoy en día, la Casa Árabe es un símbolo de poder de la diplomacia árabe y se ha convertido en estos últimos años en uno de los centro estratégicos de las relaciones de España con los mundos árabes. En su interior, se celebran multitud de actividades gratuitas, excepto los cines y conciertos que tienen un precio de 4 y 5 euros, con las cuales se pretende acercar a los participantes a la actualidad árabe de forma dinámica. Su librería Balquís, especializada en libros en árabe, y sus numerosas salas donde se celebran reuniones internacionales, son el escenario perfecto en Madrid donde poder adentrarse en la civilización islámica.