El hombre detenido tras entregarse esta madrugada en la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, donde ha confesado haber matado a tiros ayer a un hombre en la plaza de Alsacia de Madrid, es familia política de la víctima y ambos habían reñido por la dote de la hija del fallecido, han informado fuentes de la investigación.
El arrestado es Antonio Vargas y el fallecido, Joaquín Jiménez. La hija del segundo se acababa de separar de un chico de la familia Vargas porque supuestamente este la maltrataba. Por ello, Joaquín acudió a su casa para reclamarles el dinero de la dote, más de 10.000 euros, que había entregado a los Vargas por el casamiento, una tradición machista que aún pervive entre algunos clanes gitanos.
En las visitas, ninguna de las dos partes habían llegado a ningún acuerdo, incluso se habían lanzado continuas amenazas de muerte, que ayer cumplieron. De hecho, todo apunta a que planificaron una emboscada para matar a Joaquín, del clan de los Milagrones, siguiéndole en dos vehículos.
El primero, un todoterreno BMW X5 negro en el que iban cuatro o cinco personas, lo embistieron contra el coche del fallecido, un Citroën C5 gris en la plaza Alsacia, junto al centro comercial de Las Rosas. Tras dejarlo inutilizado, el copiloto de un tercer vehículo descerrajó contra Joaquín al menos ocho balas, impactando en su cuerpo cinco de ellas, algunas mortales en la cabeza. Los vehículos implicados huyeron rápidamente del lugar.
La víctima, de 46 años, tiene varios antecedentes, uno de ellos por homicidio, según han confirmado fuentes policiales. Y es que fue detenido hace 20 años acusado de matar junto a sus hermanos a dos personas del can de los Gallegos, en el antiguo poblado de Las Mimbreras, por un conflicto en el reparto de puntos de venta de drogas en la zona. Sin embargo, fueron absueltos cinco años después por la Audiencia Provincial de Madrid tras acreditarse las coartadas de los acusados.