La sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente son dos aspectos que cada vez cobran más importancia en la sociedad actual. En estos últimos años, Madrid se ha puesto aún más exigente respecto a los vehículos que pueden acceder al interior de la ciudad, debido a los altos niveles de contaminación. Para incentivar la movilidad peatonal y reducir el uso de los coches, el Ayuntamiento de Madrid llevará a cabo la construcción de un carril bici que conectará la parte norte y sur del corazón de la ciudad.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, acompañado por las concejalas de los distritos de Chamartín y Tetuán, Sonia Cea y Blanca Pinedo, ha dado el pistoletazo de salida a los trabajos de construcción del tramo más largo del carril bici del paseo de la Castellana. Con más de cuatro kilómetros de longitud se prevé que el carril bici esté terminado en un año.
Las obras han comenzado en Raimundo Fernández Villaverde e irán avanzado hacia el norte del recorrido que tendrá la vía para bicicletas, ocupando el espacio en el que se encuentran 137 plazas de aparcamiento, las cuales no serán compensadas. “Va a permitir incrementar 3.000 desplazamientos en bici diarios y reducir un 10% en vehículo. Se va a fomentar la movilidad ciclista y peatonal, ya que se recuperan 27.000 metros cuadrados de acera y se instalarán cinco nuevos pasos de cebra”, ha afirmado el delegado de Medio Ambiente y Movilidad.
Para la realización del presente carril, que supondrá que cerca de 1.400 conductores de turismos y motos empleen la bicicleta como nuevo medio de transporte habitual, se ha invertido un total de 5,5 millones de euros, IVA incluido. El despliegue de esta infraestructura figura en los Acuerdos de la Villa, consensuados entre todos los partidos, como propuesta de Vox.
UNA REORDENACIÓN DE LA VÍA
Esta nueva iniciativa del ayuntamiento madrileño conllevará una disminución de 187 toneladas de CO2 y 319.000 kilogramos de NOx, una cifra lo suficientemente considerable como para afirmar que se trata de una obra que marcará un antes y un después en la ciudad de Madrid. Además, implica que se deba de reordenar la vía lateral sin afectar ni al bulevar ni a los carriles bus y la vía central por la que transitan los vehículos.
Las obras suponen un hito en la movilidad ciclista en Madrid, ya que se tratará del primer gran carril bici urbano que confluirá con otros carriles bicis aún en construcción, como el de Joaquín Costa. Cuando finalicen las obras comenzadas este mismo miércoles, se llevará a cabo la siguiente fase de construcción que contempla otros cinco tramos que llegarán hasta la glorieta del Emperador Carlos V, en Atocha.
Una vez realizados todos los tramos, Madrid contará con un total de 13 kilómetros continuos de carril bici. Los siguientes tramos que se acometerán a partir de finales del año que viene serán los siguientes: 500 metros de carril bici entre Raimundo Fernández Villaverde y la plaza de San Juan de la Cruz; 800 metros entre San Juan de la Cruz y la glorieta de Emilio Castelar; 1 kilómetro desde Emilio Castelar hasta la plaza de Colón; 800 metros entre Colón y la plaza de Cibeles, y 1,3 kilómetros entre Cibeles y la glorieta del Emperador Carlos V en Atocha.
Con este nuevo proyecto, Madrid abre paso a una nueva era en la que la bicicleta cobrará una mayor importancia reduciéndose de ese modo la contaminación en la capital. Así mismo, plantearon desde Más Madrid la ambiciosa iniciativa de construir 150 kilómetros de nuevos espacios para la circulación de estos vehículos. Quien sabe si esta idea se acabará haciendo realidad en un futuro y los madrileños encabezarán el ranking de ciudades donde la gente más se mueve en bicicleta.