Está claro que a nadie amarga un buen dulce y menos si ha sido horneado por los conventos y monasterios más increíbles de nuestra ciudad.
Por eso, hoy queremos proponerte una ruta un poco peculiar, en la que conocerás alguna de las iglesias y centros de culto más bonitos de nuestra capital. ¡Tranquilo, no hace falta que reces, pero sí que vayas con mucha hambre!
2Convento de la Encarnación
Seguimos con las hermanas Clarisas, aunque en esta ocasión es para traerte postres un poco más elaborados, si cabe.
Su centro de culto, el Convento de la Encarnación, es conocido entre todos los habitantes de pueblo y de otros puntos cercanos, no solo por mostrar algunas de las ceremonias más bonitas y conmovedoras en época de procesión, sino también por las habilidades culinarias de su clero.
Cada día, las hermanas clarisas se reúnen en la cocina de esta parroquia para hornear increíbles recetas tanto dulces como saladas.
Para los más golosos, la iglesia ofrece una selección de trufas de chocolate, pastas castellanas, tartas de almendras y almendrados de la abuela.
Mientras, para los fieles amantes de la cocina tradicional, se ofrece un surtido de empanadas de atún, que nada tiene que enviar a la de los restaurantes más modernos de nuestra ciudad.