El Teleférico de Madrid, uno de los miradores en movimiento más conocido del mundo, ha reabierto el pasado 1 de abril tras su parón temporal. Durante casi medio año, las populares “telesillas” tuvieron que cerrar por problemas técnicos dejando a la capital sin su famoso recorrido entre la Casa de Campo y el Parque del Oeste.
A finales de octubre, el teleférico dejó de ofrecer su servicio siendo una excepción a lo largo de la historia de la atracción, ya que abre todos los días salvo aquellos en los que hay fuerte viento lateral o tormentas eléctricas. Está formado por 80 cabinas y en cada una de ellas pueden acceder hasta un máximo de seis personas que disfrutarán de unas vistas espectaculares de la capital durante 11 minutos.
Éste tiempo es el que tarda cada uno de los habitáculos en recorrer los 2.457 metros de distancia que hay entre las dos paradas. Este servicio inició su actividad en 1969 y después de más de 50 años se ha asentado como una de las mejores oportunidades para disfrutar de las vistas de Madrid, sobre todo en primavera cuando se puede observar la capital florida y coloreada.
El trayecto de las ocho decenas de cabinas con las que cuenta el Teleférico de Madrid unen la Estación Rosales con la Casa de Campo atravesando el Parque del Oeste, el río Manzanares o la ermita de San Antonio de la Florida. Además, durante el recorrido se pueden ver desde un ángulo privilegiado la Catedral de la Almudena y el Palacio Real junto al Teatro Real, el Edificio España y la nueva Plaza de España.
Mirando hacia el frente se puede observar la Casa de Campo. Hacia la derecha, la gran extensión del parque, con su inmensa arboleda principalmente de encinas y pinos acompañados de infinidad de arbustos. Y al fondo, el relieve de la sierra de Madrid. Por otro lado, también se puede apreciar la zona más empresarial de la ciudad destacando las vistas de la Torre Picasso y las torres inclinadas de Puerta de Europa. Un poco más a la izquierda vemos el complejo de las Cuatro Torres, los rascacielos más altos de Madrid.
MÁS DE MEDIO SIGLO EN FUNCIONAMIENTO
La idea de construir el famoso teleférico madrileño ocurrió el 19 de Julio de 1967, fecha en la que el ayuntamiento concedió los derechos de una parcela de 1.500 metros en la Casa de Campo para ubicar las instalaciones. En este mismo año, la empresa Suiza Von Roll se encargó de la construcción y de la instalación de las cabinas. Tras dos años de obras, el ex alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, inauguró el teleférico un 26 de Junio de 1969. Para ello, Arias Navarro viajó junto con su mujer en una cabina, decorada con banderines de fiesta, hasta la Casa de Campo.
Desde ese momento, el teleférico resultó un prototipo que se instaló por primera vez en España y que causó un gran revuelo en la sociedad de aquel entonces. Sus instalaciones con zona recreativa, aparcamiento y restauración tuvieron que cerrar durante la crisis sanitaria, aunque ahora se encuentran abiertas de nuevo para todos los públicos.
El horario habitual del Teleférico de Madrid suele ser entre diario y los fin de semana, así como periodos de vacaciones y festivos. Su apertura suele ser durante la media mañana, entre 11 y 12h, y finaliza al caer la tarde, entre 18 y 21h, de forma que no se suele viajar de noche. El precio para los adultos de entre 12 y 65 años es de 4,5€ o de 6€ si es que se precisa de la opción de ida y vuelta. Los niños de 4 a 12 años y los mayores de 65 tienen una discreta rebaja: 5€ la ida y vuelta y 4€ el billete sencillo. Para menores de 4 años es gratis.