Reinando desde lo alto de su pedestal, Juana I de Castilla ha sido la última escultura en ocupar un lugar en el Paseo de Argentina, conocido popularmente como el Paseo de los Reyes. Esta zona del famoso pulmón verde recibe su nombre debido a las esculturas de reyes que flanquean la avenida de acceso a través de la Puerta de Estatua, por la calle de Alfonso XII.
El pasado mayo, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, anunció que Madrid honraría la memoria de la olvidada reina de Castilla, hija de Isabel la Católica y Felipe el Hermoso. Para ello, se encargó a la escultora Iria Groba Martín tallar en piedra de caliza la figura de la soberana, sumándose así a la otra estatua femenina a la que se rinde tributo en la pasarela del retiro madrileño.
Esta escultura de la reina castellana ha sido financiada con 60.000 euros del presupuesto municipal con el objetivo de visibilizar una figura que durante muchos años ha sido considerada en un segundo plano. Juana I de Castilla fue durante su vida tomada por loca y tras su muerte, las leyendas y los rumores sobre su cordura han seguido haciendo mella en su imagen.
Fue fácil para los cronistas de su esposo, Felipe el Hermoso, tacharla de una mujer incapaz para gobernar el reino que heredó de sus padres. Sin embargo, esta versión de la historia ha ido cambiando poco a poco hasta llegar a considerarse a la “pobre” reina una de las principales figuras del feminismo.
Maltratos, engaños y menosprecios de su marido fue lo que realmente la hija de los Reyes Católicos tuvo que vivir en su época. Por ello, el Ayuntamiento de Madrid ha querido contribuir al fin de la leyenda negra que se cierne sobre la figura de la regente honrándola con la nueva estatua que presidirá junto al resto de las esculturas, que en un principio iban a ser colocadas en el Palacio Real de Madrid.
Fernando IV de León y Castilla, Sancho IV de León y Castilla, Enrique II de Castilla, García I de León, Urraca de León y Castilla, Berenguela de Castilla, Gundemaro, Carlos I de España, Carlos II de España, Ramón Berenguer IV, Chintila, Alfonso I de Aragón y Sancho IV el Bravo son las otras estatuas de figuras reales que acompañarán a Juana I de Castilla en su nueva ubicación.
LAS REINAS OLVIDADAS DE LA HISTORIA
Cabe destacar que del total de esculturas que decoran el paseo del Parque del Retiro, tan solo dos son figuras de mujeres. En épocas pasadas, el poder de la mujer siempre se ha visto sometido al del hombre y con las mujeres de la realeza ocurría lo mismo. Sin embargo, aquellas que no seguían el patrón establecido eran tachadas de esquizofrénicas, cuando quizás solo estaban viviendo en sus propias carnes un feminismo adelantado a sus tiempos.
La función principal de las reinas era la de procrear para asegurar así la continuidad del reinado. En el caso de ‘Juana la Loca’, su condición de mujer influyó negativamente a la hora de ejercer la misión que su madre le dejó como única heredera al trono de Castilla y Aragón. Pero no fue la única soberana a la que el papel de mujer jugó en su contra, ya que años más tarde su sucesora Isabel II fue ninguneada como reina y en su lugar tomaron el control de las riendas del trono liberales -isabelinos- y absolutistas -carlistas.
A pesar de todo ello, las autoridades de la capital madrileña han querido sumarse al Quinto Centenario de la batalla de Villalar, acaecida en 1521, colocando a una de las “figuras tratadas como secundarias por la historiografía del movimiento comunero, pero que resultó tan determinante o más que la de Maldonado, Bravo o Padilla por su capacidad de inclinar la balanza de la contienda: Juana de Trastámara”, señalan las fuentes municipales.