La Finca de Vista Alegre, la joya oculta de Carabanchel que deslumbra por sus exóticos jardines

Carabanchel esconde un recóndito jardín de plantas exóticas declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico. Se trata de los jardines de la Finca de Vista Alegre que abrieron sus puertas al público el año pasado, generando una gran expectación. La apertura de estos jardines fue un deseo que los madrileños estuvieron pidiendo desde hacía muchos años y que tras una larga espera se acabó haciendo realidad.

Los Jardines de Vista Alegre fueron diseñados por diferentes arquitectos y jardineros para varios propietarios a lo largo de diversas épocas, por lo que su estilo variopinto y colorido llama la atención de todos los visitantes que acuden a disfrutar de este pequeño oasis verde. Conocido en el siglo XVIII como Los Carabancheles, fue uno de los lugares de recreo favoritos de la alta burguesía y nobleza madrileña, por su cercanía a la corte y su clima saludable.

La Quinta de Vista Alegre fue creada a principios del siglo XIX como lugar de recreo de la reina María Cristina de Borbón, esposa de Fernando VII, en los meses de verano. En un primer momento adquirió un establecimiento público situado entre Carabanchel y Fuenlabrada, pero con el paso del tiempo sus propiedades fueron aumentando hasta que acabó uniendo sus propiedades de la zona para crear un jardín de ensueño.

La finca se fue decorando con el paso del tiempo de edificios y elementos decorativos que hacían juego con el nuevo palacio levantado en las inmediaciones de Vista Alegre, el Palacio Nuevo. Junto a esta construcción se configuraron paseos y plazas que se decoraban con pequeñas fuentes, caballerizas e invernaderos.

UNA REINA Y UN PALACIO

Al morir la reina María Cristina de Borbón, el idílico jardín pasó a manos de sus herederas, la reina Isabel II y la infanta Luisa Fernanda, quienes disfrutaron del jardín hasta que acabó siendo adquirido en 1859 por Don José de Salamanca y Mayol. Con este penúltimo dueño, los jardines de Vista de Alegre se convirtieron en el escenario preferido de la alta nobleza para celebrar los eventos más significativos de las clases altas.

Los últimos dueños de la finca, los herederos del Marqués de Salamanca, decidieron vender el terreno por completo al estado español con el fin de que fuese dedicado a cuidar de los más necesitados, de modo que tuvo que reformarse en parte y adaptarse al nuevo uso. En el conjunto de la Finca de Vistas Alegre se pueden ver diferentes escenarios a lo largo del recorrido:

Destaca principalmente la Estufa Grande, una edificación única en la que podemos encontrar todo tipo de plantas exóticas, típicas en la jardinería romántica, pero desgraciadamente no se puede visitar tal en su estado original debido a que fue destruida parcialmente durante la Guerra Civil. Junto a ella se encuentra el Baño de la Reina, un espacio circular con escalones concéntricos que aprovechaba el mismo calor que se usaba para recrear el clima tropical en la Estufa Grande. 

La Finca de Vista Alegre, la joya oculta de Carabanchel que deslumbra por sus exóticos jardines finca de vista alegre 9

El Palacio Viejo, la joya de la finca. El edificio actual se levanta sobre la primitiva Casa de Baños de Vista Alegre, un espacio utilizado como zona de recreo. En el siglo XX acogió el Colegio de Huérfanas de Militares de la Unión para así cumplir con su nueva función benéfica. Actualmente es la sede del Centro Regional de Innovación y Formación Las Acacias.

Casa de Bella Vista es otro de los edificios que más llaman la atención en el recinto y que durante la Real Posesión fue biblioteca y gabinete de ciencias. Años más tarde acogió el Colegio de Ciegos de Santa Catalina y ahora cumple la función de Centro de Educación de Personas Adultas Vista Alegre. Se encuentra anexionado desde comienzos del siglo XX al Palacio Viejo por una galería. Por último se encuentran las caballerizas en las que se alojaron los animales de tiro y otros animales de trabajo de la finca.