La Semana Santa está al caer, y pronto veremos las calles inundadas de gente que quiere vivir de cerca las procesiones y conocer a fondo las tradiciones de las distintas localidades de la Comunidad de Madrid.
Podemos respirarlo en el aroma de los dulces que elaboran las pastelerías en estas fechas -que suelen prologarse unas semanas más-, además del calorcito que producen algunos platos típicos de cuchara. Y que aún se agradece.
Junto a los platos típicos madrileños de Semana Santa, como el potaje de vigilia o el bacalao, brillan con luz propia algunos de los dulces más deliciosos: las inconfundibles torrijas, los clásicos bartolillos madrileños o los poco conocidos pasioncitos.
Las vacaciones están para disfrutarlas, y si es comiendo… ¡mucho mejor!
6Torrijas
La traca final corre a cargo de ellas. Es evidente que las verdaderas protagonistas de la Semana Santa madrileña son las torrijas.
Un dulce tradicional elaborado con pan, preferentemente del día anterior, empapado en leche con canela que tras pasarlo por huevo batido se fríe y espolvorea azúcar antes de servir en su versión más tradicional. También podrás encontrarlas con limón, anís, galleta o helado.
En Madrid podrás encontrarlas en pastelerías como La Casa de las Torrijas, el Horno de San Onofre o Casa Mira, entre otros muchos establecimientos. Tienen muchísimas versiones, e incluso torrijas aptas para celíacos, como las que ofrece la pastelería Celicioso.