La actual sede del Cuartel General del Ejército de Tierra fue en su momento uno de los palacios más importantes de la capital. En este palacio vivió a finales del siglo XVIII la más famosa duquesa de Alba, aunque en sus orígenes el inmueble formó parte de las propiedades de la casa real. Sus salones, decorados con hermosos tapices y alfombras procedentes de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara conservan el sabor y el buen gusto de las personalidades que lo habitaron.
Entre estos personajes que vivieron en el palacete destacan las figuras del General Espartero; el General Prim; el presidente del directorio militar, Miguel Primo de Rivera; y el que fue Ministro de la Guerra y más tarde Presidente de la II República, Manuel Azaña. Todos ellos hicieron del Palacio de Buenavista su propio hogar, por lo que lo fueron personalizando a su gusto.
Recorrer las estancias de este palacio supone un viaje en el tiempo al que pueden acceder todos los públicos de manera gratuita, siempre y cuando se inscriban en la lista de espera a través de la página oficial del Ejército de Defensa. El arquitecto Ventura Rodríguez, uno de los artistas más importante de las construcciones de la ciudad en el siglo XVIII, junto a Juan de Villanueva y Francesco Sabatini, fueron los encargados de dirigir la construcción de la joya arquitectónica madrileña siguiendo los mandatos de la duquesa.
Al fallecer la duquesa Cayetana de Alba sin herederos legítimos, la propiedad fue comprada por el Ayuntamiento de Madrid para regalársela a Manuel Godoy, primer ministro por aquel entonces de Carlos IV. Hasta el año 1808, el político español disfrutó de las inmediaciones del Palacio de Buenavista hasta que los franceses se hicieron con el control de la capital y perdió su valiosa mansión.
EL CUARTEL GENERAL DEL EJÉRCITO DE TIERRA
Sin embargo, la historia del Palacio de Buenavista se remonta varios siglos antes de que los duques de Alba se hicieran con el poder del palacete. El Arzobispo de Toledo fue el verdadero encargado de mandar levantar el actual inmueble en el siglo XVI como una casona-palacio sobre los terrenos conocidos como altillo de Buenavista. Con el paso del tiempo, este religioso donó la propiedad a la realeza española y se convirtió durante muchos años en el palacio oficial del rey Felipe II.
Los años siguieron pasando y los muros del palacio fueron albergando a diferentes personalidades hasta transformarse en el actual Cuartel General del Ejército de Tierra. Respecto al general Juan Prim, ordenó algunas reformas en el palacio, y aquí murió tras sufrir el extraño atentado de la calle del Turco, justo enfrente del palacio de Buenavista.
Además, el edificio ha sido escenario de destacados episodios militares relacionados con la historia más contemporánea de España, como la Sanjurjada, un fallido golpe de estado contra la Segunda República. Sin embargo, no solo la historia política ha forjado esta ilustre estancia, sino que el arte también ha estado muy presente a lo largo de sus cientos de años de historia.
En el interior de sus numerosas salas podemos encontrar obras del mismísimo Goya, un ascensor secreto y la mesa donde Alfonso XIII presidió su último consejo de ministros. Pero su parte interna no es la única que destaca en el Palacio de Buenavista. Los jardines que rodean el inmueble encierran entre altos árboles cientos de paseos de grandes ilustres de la historia española que pueden ser revividos por los madrileños y turistas, a pesar de que muchos desconocen la posibilidad de visitarlo.