La Sección de Reumatología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (HUPA) de Alcalá de Henares está realizando una investigación sobre Fibromialgia y el síndrome de Fatiga Crónica basada en la hipótesis de que puedan producirse por alteraciones del sistema inmune.
El 12 de mayo está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como Día Internacional de la Fibromialgia y el síndrome de Fatiga Crónica, con el objetivo de concienciar acerca de unas patologías que padecen entre el 3% y el 6% de la población mundial (especialmente a mujeres de mediana edad).
La fibromialgia es una patología caracterizada por dolor crónico generalizado en el aparato locomotor y lleva asociados otros síntomas, como trastornos del sueño, cansancio desproporcionado a la actividad realizada, alteraciones cognitivas, ansiedad o depresión, que la convierten así en una de las enfermedades que tiene una peor calidad de vida percibida por el paciente y que no dispone aún de un tratamiento curativo.
Según el estudio del HUPA, los linfocitos T, en especial los CD4, debido a su importancia en la regulación y desarrollo de la respuesta inmunológica, son una población de especial relevancia para detectar una disfunción del sistema inmune. Se trata entonces de estudiar la distribución de los distintos estados de diferenciación/activación de los linfocitos T CD4, la producción de las citocinas pro-inflamatorias de estas células, así como la determinación en suero de dichas citocinas.
En la investigación participan un grupo de personas sanas, otro grupo de pacientes con síndrome de Sjogren (una enfermedad autoinmune sistémica crónica que afecta principalmente a las glándulas lacrimales y salivales produciendo sequedad, acompañado en algunas ocasiones de afectación de órganos internos) y pacientes con fibromialgia asociada a síndrome de Sjogren.
El trabajo del HUPA se suma a los recientes hallazgos de varias alteraciones del funcionamiento del sistema nervioso a nivel de mecanismos de activación celular, alteraciones de las vías nerviosas y neurotransmisores en estos pacientes. Todos estos avances permiten mejorar los conocimientos de las bases fisiopatológicas y orgánicas que pueden originar la fibromialgia, un problema de salud de primer orden, por su alta prevalencia y el importante gasto sanitario que conlleva, según informa el hospital complutense.