Sin duda, uno de los mayores atractivos de la hostelería madrileña, más aún en verano, son las terrazas. Un lugar en el que los madrileños no dudan en disfrutar de un merecido descanso junto a un aperitivo. Unas terrazas que han supuesto el gran ‘salvavidas’ de la hostelería durante la pandemia del coronavirus, y una de las grandes ‘victorias’ de Isabel Díaz Ayuso. Unas terrazas que, ahora, se convertirán en un quebradero de cabeza para muchos establecimientos.
Pocos son los que pueden resistirse en Madrid a una terraza. Y es que esos emplazamientos tienen un atractivo especial al que es difícil decir que ‘no’. Algo que se ha hecho aún más evidente ante la pandemia del coronavirus. Y es que estas terrazas, tanto en verano como en invierno, se han convertido en la gran salvación de la hostelería durante la pandemia del Covid-19.
Una salvación que no resultó nada fácil. Y es que, durante la pandemia, y ante la complicada situación de la hostelería, y la necesidad de acondicionar las terrazas, algo tan fundamental como las estufas se convirtieron en un bien casi imposible de obtener. Una escasez de oferta, unida a una gran demanda, que provocó que estas estufas, imprescindibles para la hostelería, se agotasen por completo. Algo casi imposible de prever previamente, ya que cada uno de estos calefactores cuesta cerca de 500 euros.
Ahora, tras meses de relativa tranquilidad ante el virus, los hosteleros parecían respirar tranquilos ante lo que se espera que sea una gran temporada de verano. Sin embargo, esta tranquilidad ha durado poco.
EL AYUNTAMIENTO BUSCA ACABAR CON LA CONTAMINACIÓN DE LAS TERRAZAS
Así pues, el Ayuntamiento de Madrid aprobaba a comienzos de año su nueva Ordenanza de Terrazas. Una normativa que, entre otras cuestiones, obligará a los locales de hostelería a deshacerse de sus estufas de gas antes de finales de 2023. Apenas año y medio, antes del 31 de diciembre de 2023, en el que los hosteleros tendrán que encontrar una opción “menos contaminante” para calentar sus terrazas, ya imprescindibles para muchos negocios.
Plan ante el que el Consistorio de José Luis Martínez Almeida ha abierto una línea de ayuda a la hostelería, conocido como el ‘Plan Cambia 360’. Un proyecto para conseguir las Terrazas sin emisiones con el que el Ayuntamiento ofrece ayudas a los hosteleros que compren instalaciones o aparatos de calefacción eléctricos.
En concreto, el Ayuntamiento ha lanzado una línea de dos millones de euros para esta campaña. Dos millones que, sin embargo, no solucionan los grandes problemas de la hostelería. Y es que muchos son los hosteleros que han lamentado que esta iniciativa ‘ecologista’ haya llegado en un momento tan complicado como éste.
LA LENTITUD DE LA ADMINISTRACIÓN PREOCUPA A LOS HOSTELEROS
“Es un paso para la transición ecológica” aseguran a este diario fuentes de la asociación Hostelería Madrid. Un paso que “también nos genera muchas dudas, sobre todo, en el caso de las inversiones que hay que hacer, y los permisos que hay que obtener”.
“EL AYUNTAMIENTO NO ES PRECISAMENTE ÁGIL”
Dudas que comienzan, en un primer momento, con los trámites administrativos. Y es que, tal y como aseguran desde Hostelería Madrid, la demora en estos trámites podría suponer un problema para adaptar las terrazas a tiempo para 2023. “Nos preocupan mucho los permisos” reconocen. “El Ayuntamiento no es precisamente ágil; y hasta que no tengamos estos permisos, no podemos comenzar las obras, ni comprar las estufas”. Algo que podría afectar finalmente a los consumidores, que no tendrán disponible este nuevo sistema de calefacción en 2023 se genera un ’embudo’ administrativo en el Consistorio.
Unas estufas que sustituirán, a partir de finales de 2023, a las estufas de combustión, las cuales, en su gran mayoría, “se van a quedar sin amortizar”.
LAS CUENTAS NO SALEN PARA LOS HOSTELEROS
“Cada estufa eléctrica tiene un coste de unos 250 euros por unidad. Y para cubrir una estufa a gas, se necesitan al menos cuatro o cinco estufas eléctricas. Más el coste de la canalización eléctrica a la terraza, cerca de 1.500 euros, y el proyecto técnico y la ejecución de obra, unos 2.500 euros… y el cambio de autorizaciones de las terrazas ante la junta municipal, de unos 500 euros… hablamos de unos 6.000 euros por cada local.” Así lo han calculado desde Hostelería Madrid.
Un nuevo gasto para los hosteleros, ‘impuesto’ desde el Ayuntamiento de Madrid, que llega en el peor momento para la hostelería y sus negocios. Algo que nos reconocen estas fuentes, que temen las consecuencias económicas para el sector.
“ESTAMOS HACIENDO MALABARISMOS”
Y es que, a este cambio obligado en las terrazas, se une el aumento del precio de la luz, de las materias primas, de los carburantes, y el pago de los préstamos ICO, que ha comenzado en los últimos meses. Todo ello, mientras las plantillas se han incorporado a los locales de hostelería al 100%, mientras la recuperación aún roza el 80%, y los precios son casi intocables.
“El momento es muy delicado” reconocen desde Hostelería Madrid. “Estamos haciendo verdaderos equilibrios, con los ICO, la subida de la materia prima, de la energía, las plantillas… estamos haciendo malabarismos para mantener muchos locales”.
Unos malabarismos que serán aún más difíciles de mantener en muchos negocios de hostelería de Madrid, que han vuelto a ser señalados desde las administraciones. Eso sí, esta vez no como focos de contagio, sino como focos de contaminación. Señalamiento que no afecta a otros sectores contaminantes, como son los aeropuertos (25,5% de la emisión de contaminación), o la industria madrileña (7%), que se salvan de la ‘criba’ medioambiental del Ayuntamiento.