La subida del precio de la gasolina está haciendo que desplazarse en un coche propio se convierta en una actividad de ricos. El precio de los carburantes sigue disparado y no ofrece signos de que la situación vaya a cambiar de manera significativa. Por ello, son muchos los madrileños que han decidido optar en estas últimas semanas por utilizar el transporte público.
Este hecho se puede observar en el crecimiento del número de viajeros de la EMT. En los autobuses de la capital se registraron 30,25 millones de pasajeros. Si comparamos con cifras desde enero hasta abril del año pasado, podemos observar una subida del 43,2% más en comparación con el mismo periodo del año anterior. Lo mismo ocurrió con el Metro de Madrid, cuyo número de viajeros creció un 37,7%.
Datos que demuestran que los madrileños se ven obligados a usar el transporte público ante la subida descontrolada de precios de la gasolina. A lo largo de esta semana, el precio del diésel ha superado los 2 euros, una cantidad que hace tan solo un par de años era impensable. Cantidades que cada día suben más y que ninguna autoridad competente pone remedio alguno.
UN DESCUENTO EN EL PRECIO DE LA GASOLINA INEFICAZ
El aumento del precio del barril de petróleo Brent, los costes de transporte y el desarrollo de la invasión de Rusia a Ucrania son algunos de los factores que han propiciado a esta situación afecta a tantos ciudadanos. Por su parte, el Gobierno decidió aprobar un “descuento” de 20 céntimos por litro de combustible el 1 de abril.
Sin embargo, las pantallas de las gasolineras siguen marcando precios que, contando el descuento, suponen un gran esfuerzo en el bolsillo de muchas personas. Según la estadística de transporte de viajeros del INE, el número de usuarios del transporte público aumentó en abril un 31,4% en tasa anual, hasta alcanzar los 345 millones de pasajeros. El transporte urbano se incrementó un 32,3%, mientras que el interurbano avanzó un 33,7%.
“DESDE EL PASADO MES DE OCTUBRE LOS VIAJES DIARIOS EN COCHE SE HAN REDUCIDO EN 600.000”
Desde el pasado mes de octubre los viajes diarios en coche se han reducido en 600.000 y hay 44.000 usuarios más de metro, autobús y Cercanías. En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha situado los 2,048 euros. En el caso del diésel, el precio medio del litro se ha situado en los 1,916 euros. Además, los conductores españoles están pagando los combustibles por encima de la media de la Unión Europea. Si se consultan los datos que Francia, Alemania e Italia han registrado en la última semana y se comparan con los de la última semana de marzo en España, los precios han crecido a un ritmo más acelerado que el del resto de las grandes potencias europeas.
USO MASIVO DEL TRANSPORTE PÚBLICO
Pero el problema no se halla tan solo en que la gasolina haya subido de precio, sino en que la “solución” por la que han optado la mayoría de ciudadanos requiere de una serie de medidas. El uso masivo del transporte urbano conlleva que la EMT se adecúe a estas nuevas circunstancias.
No obstante, la frecuencia de los autobuses y los metros sigue siendo la misma, pero con mucha más gente en su interior. Si a este hecho le sumamos la temporada estacional en la que nos encontramos, con un excesivo calor, la situación empeora. Como resultado de todo ello los perjudicados siempre son los mismos: la ciudadanía.
Precios inhumanos y un transporte público que no se ha adaptado a las nuevas circunstancias. Estos dos factores parecen ser los protagonistas principales de la nueva trama que, en principio, durará todo el verano. Una coyuntura que ha supuesto multitud de críticas por los madrileños, quienes ven como desplazarse desde diferentes puntos de la región supone una “actividad de lujo” o un “viaje multitudinario”.