La vida en cada barrio, distrito, municipio…de la Comunidad de Madrid es diferente. Así ocurre en todas las partes del mundo, donde la diferencia entre los más ricos y más pobres puede percibirse a simple vista. El uso de las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles se ve en muchas ocasiones afectado por la zona en la que cada individuo resida, dando lugar a la denominada ”brecha de uso”.
Por ello, la Comunidad de Madrid ha comprobado con un estudio de investigación el desequilibrio existente en el uso de los servicios digitales en los dispositivos móviles entre las zonas con distintos niveles de urbanización. Para ello, ha tenido en cuenta el estudio llevado a cabo por el Instituto Madrileño de Estudios Avanzados IMDEA Networks, quien ha confirmado un consumo superior de los dispositivos tecnológicos en las ciudades en crecimiento y con mayor densidad demográfica, frente a los que viven en una más reducida.
“En los barrios pobres se suelen utilizar más las redes sociales que en los ricos, mientras que en estos últimos se tiende a consumir más información en medios de comunicación tradicionales online”, detallan en el estudio del instituto madrileño. Se trata de una conclusión llevada a cabo por los investigadores de la Universidad Carlos III, el Instituto IMDEA Networks y Orange Innovation, que ha tenido en cuenta el uso de Internet según la renta o la educación de cada persona analizada.
El estudio, encabezado en el IMDEA por el profesor Marco Fiore y el investigador Sachit Mishra, afirma que en las zonas con mayor crecimiento demográfico el uso de los dispositivos móviles es mayor que en otras zonas con un menor número de habitantes. No obstante, desde el Instituto IMDEA Networks remarcan que la ”brecha digital en relación al acceso a la tecnología e Internet es muy pequeña en los países desarrollados, dado que prácticamente todo el mundo tiene un smartphone”.
LA ”BRECHA DE USO” Y LAS REDES SOCIALES
No obstante, en las grandes regiones como puede ser la Comunidad de Madrid, la mencionada ”brecha de uso” se puede apreciar aunque la mayoría de las personas tengan acceso a la red. Y es que, el uso que se da de la misma varía también en función de la zona.
Por ejemplo, tal y como explican desde el Instituto IMDEA Networks, en las poblaciones con menos ingresos y menor nivel educativo es más común que las informaciones falsas propagadas a través de YouTube o Facebook se difundan con mayor facilidad. Por otro lado, el desequilibrio en el uso del tráfico de datos móviles per cápita entre ciudades de diferentes tamaños también ha crecido de forma constante durante los últimos años.
Si trasladamos este aspecto a la capital madrileña podríamos observar como los distintos barrios de Madrid hacen un uso diferentes de las nuevas tecnologías. Mientras que en el distrito de Lavapiés sus habitantes seguramente hagan un uso habitual de las redes sociales, otro barrios más envejecido como el de Salamanca harán un uso menor de las mismas.
“Se trata de un resultado bastante sorprendente, sobre todo si tenemos en cuenta que el análisis se ha realizado en decenas de ciudades de un país europeo desarrollado, donde cabría suponer que las brechas digitales se han cerrado gracias a la disponibilidad omnipresente del acceso a la banda ancha móvil”, indicaba uno de los autores del estudio, Marco Fiore, investigador del Instituto IMDEA Networks.
Por todo ello, el hecho de que siga aumentando la ”brecha de uso” digital entre las personas, a pesar de que las condiciones de accesibilidad de los usuarias sean similares, es un aspecto que se seguirá investigando con el tiempo con el fin de entender y solucionar la llamada ”segunda brecha digital”.