Casa Botín es famoso por ser el restaurante más antiguo del mundo. Por suerte, este restaurante que aparece desde 1987 en el libro de los Récords Guinness por su antigüedad, podemos visitarlo sin necesidad de salir de España.
Candido Remis fue el fundador de este establecimiento que abría sus puertas en 1725, con la intención de ofrecer a sus clientes platos tradicionales de la cocina madrileña. En sus orígenes, debido a las restricciones de la época, este mesón se limitaba a cocinar los productos que traían los huéspedes.
Desde su apertura, han pasado casi 300 años y todavía, se mantienen fieles al horno de leña que prepara sus platos estrella, los cochinillos y corderos asados al estilo castellano. Además de sus famosos platos, entre la carta encontramos delicias típicas españolas como almejas al estilo Botín, gazpacho, merluza de pincho, lenguado fresco…
Restaurante Botín conoce la importancia de utilizar los mejores productos para conservar la incuestionable calidad de sus platos. De ahí que cuente con las mejores empresas externas, para obtener las materias primas y agradar a cualquier paladar que se precie. Por ello, los cochinillo que preparan proceden de Segovia y los corderos de varios municipios como Aranda, Riaza y Sepúlveda.
El restaurante que roza los 300 años de antigüedad
No es un secreto que la esencia de sus platos es la combinación de la calidad con lo tradicional. Tanto la decoración como los platos, son una indudable apuesta por lo clásico. Por esta razón, en las cuatro plantas del edificio que forman el restaurante vemos que se conserva el estilo de posada y la esencia rústica.
Dada la fama de este restaurante, no es de extrañar que varias figuras literarias reconocidas internacionalmente como Benito Pérez Galdós, María Dueñas, Ramón Gómez de la Serna, Ernest Hemingway, Arturo Barea, Truman Capote o Graham Greene, entre muchos más, hayan hecho una mención especial y llena de aprecio, a Casa Botín en algunas de sus obras.
Tantos años de historia han dejado anécdotas como que el ilustre pintor Francisco de Goya, fue durante muchos meses friegaplatos de este restaurante. También cuenta la leyenda, que Ernest Hemingway consiguió aprender a preparar una de deliciosa paella en las cocinas del restaurante Botín.
Con el paso de los años, han ido consiguiendo cierta experiencia que les abala como uno de los mejores restaurantes de la capital española. Por esta razón, otro de sus grandes reconocimientos se lo otorga la revista Forbes, que lo incluyó entre los 10 mejores restaurantes clásicos a nivel mundial.
Sin duda, este restaurante despierta la curiosidad de todos madrileños y turistas que visitan la capital. El olor que desprende su horno de leña de encina, es una técnica infalible para atraer a clientes. Si estás pensando en ir a degustar sus deliciosos platos, este famoso lugar se encuentra en el corazón de Madrid, en la calle de Cuchilleros, número 17, muy próximo a la Plaza Mayor.