Las casas de apuestas han proliferado durante los รบltimos aรฑos. Tras ser noticia recientemente, hoy vuelven a saltar a las portadas por sobrepasar los lรญmites legales. Partidos polรญticos como Podemos se ha hecho eco de este suceso y denuncian de manera reiterada la presencia de estos locales en barrios obreros, como es el ejemplo de la calle de Francisco Silvela.
Hablando a nivel histรณrico hay que analizar la base de los juegos de azar en Espaรฑa. Algo que deja en evidencia lo que estรก sucediendo hoy en dรญa. El sector de las apuestas deportivas aterrizรณ con bastantes aรฑos de retraso en Espaรฑa, en gran parte si se compara con otros paรญses del entorno como son Gran Bretaรฑa, donde ya proliferaban las emociones en torno a la carreras de caballos u otros deportes por medio de los pronรณsticos deportivos.
Algo que llegรณ con retraso a la capital, pero que fue tomado con ansias de poder. Un poder econรณmico que los mรกs confiados creen que pueden alcanzar por medios de datos hipotรฉticos.
LAS CASAS DE APUESTAS ESQUIVAN LA LEY
Podemos fue el partido encargado de volver a poner sobre la parrilla de actualidad la situaciรณn sobre las casas de apuestas en barrios con la renta mรกs baja cรณmo puede ser el de la Guindalera.
Una zona donde se pueden observar hasta tres locales de juegos de azar seguidos, la calle Francisco Silvela, a la altura de la plaza de Diego de Leรณn. Es uno de los puntos mรกs evidentes donde se puede observar la escasa coordinaciรณn con la barrera legal que existe. Hay una ley que limita la existencia de las casas de juegos de azar , se estipulan los metros que debe haber entre unos locales y otros.
Segรบn la norma vigente, los nuevos establecimientos especรญficos de juego y apuestas tendrรกn que guardar una distancia mรญnima de 150 metros con respecto a centros oficiales de enseรฑanza reglada y 300 metros de otro espacio de juego ya existente. Una ley que las casas de apuestas sobrepasan e incuso esquivan plantando cara a las regulaciones existentes. La calle Francisco Silvela, tal y como planteรกbamos previamente de ejemplo, cuenta con tres casas de apuestas, dos de ellas anexas. Uno de cada 4 institutos estรก a menos de 200 metros de una casa de apuestas.
“GOLPE” AL AZAR
Asociaciones de vecinos, equipos polรญticos y defensores del pueblo, reclaman la persistencia de una situaciรณn insostenible. Una tendencia a la que se ha plantado cara y se busca dar un nuevo golpe en la mesa. Un alto en el camino que serรก un parche รบnicamente; ya que, grandes dirigentes polรญticos como Alberto Garzรณn, ministro de consumo de Espaรฑa mantiene una “Apuesta” sobre los riesgos que tienen los juegos de azar, tratando de arrasarlos de manera directa.
Garzรณn siempre ha querido mostrar una idea de unidad con el pueblo, quienes temen la situaciรณn del mundo de las apuestas. Para el polรญtico de Izquierda Unida, los grandes afectados son los jรณvenes, quienes desde la adolescencia se ven envueltos en estas conductas, las cuales pueden desencadenar en una patologรญa psicolรณgica grave, como es la ludopatรญa.
Es por ello, que partidos como Podemos se han reunido para reclamar la inexistencia de unas ayudas claras sobre los afectados. Ademรกs, se ha puesto de manifiesto la necesidad de establecer una corriente de tรฉrminos legales que seรฑalen los juegos de azar como una pandemia que requiere ser erradicada.
SOBREPASO DE LOS LรMITES
Los adolescentes ven las apuestas sobre resultados deportivos como un juego, como una de las tendencias mรกs vigentes para poder optar a una ampliaciรณn de su capacidad econรณmica.
Hace un par de aรฑos, cuando la crisis por la COVID-19 planteaba un cierre de comercios, hostelerรญa y por consiguiente, una limitaciรณn de la movilidad. La casas de apuestas continuaban abiertas y se permitรญa el acceso a las mismas, sin importar la hora que fuese.
En definitiva, el negocio de apostar interesa a grandes cargos; el poder econรณmico se vive con ansias y los mรกs necesitados, son capaces de aferrarse a un “clavo ardiendo” con tal de revertir su situaciรณn. Aunque, indudablemente en lugar de mejorar su economรญa, la realidad es que se hunden desmedidamente.
Un dardo hacรญa la apuesta, un veneno dulce que desespera y abre cada vez mรกs una brecha social.