El Consistorio del municipio madrileño ha lanzado un contrato público por más de 30.000 euros destinados al suministro de agua mineral sin gas embotellada, vasos y dispensadores para las dependencias del Ayuntamiento de Griñón.
No deja de haber sequía, pero resulta sorprendente que el Ayuntamiento, haya solicitado al Estado una ayuda para la instalación, mantenimiento y sanitación de los dispensadores de botellas de agua recargables que se encuentran en las instalaciones municipales.
Con esta petición el alcalde, José María Porras Agenjo, pretende que ni él ni su equipo pasen ni la más mínima necesidad de sed.
Lo más llamativo de esta licitación es lo alto de la cifra solicitada. Unos dispensadores de agua y los vasos de plástico que saldrán bastante caros para las arcas públicas. Concretamente, por la módica cantidad de 32.486,40 euros. Esta es la cifra con la que el Ayuntamiento pretende financiar 10 dispensadores de agua con sus correspondientes vasos de plástico. A pesar de que en el propio precio se incluya la instalación gratuita de los dispensadores, el suministro de soportes y el suministro de botellas por cada fuente, la cifra continúa siendo desorbitada.
LA DETERMINACIÓN DEL PRECIO
Según los datos de la licitación, para determinar el precio, se han tenido en cuenta los gastos del material, los gatos generales y el beneficio industrial. Parece ser que en el Ayuntamiento del municipio realizan un consumo anual máximo de 12.000 litros de agua, que se transforman en 9.500 vasos de preciada agua.
l Ayuntamiento considera que durante un año se beben en sus dependencias más de 6.000 euros en agua y que por lo tanto, esa cifra junto con el “precio de oro” de los vasos de plástico, hacen que los datos de la licitación se disparen. Por esta razón, se consigue alcanzar los 30.117 euros para invertirlos exclusivamente en agua y vasos de plástico, algo que tampoco es muy eco-friendly para el Ayuntamiento.
EL DESAFÍO ECO-FRIENDLY DE GRIÑÓN
Parece ser que el Ayuntamiento de Griñón no se ha enterado de las nuevas normas entorno a la utilización del plástico. La Unión Europea ha prohibido la venta de pajitas, cubiertos de plástico y otros objetos de usar y tirar. Sin embargo, el consistorio madrileño ha decidido ignorar esta decisión y solicitar aún así más de 7.000 vasos de plástico para las dependencias municipales.
A pesar de que la ciudad parecía comprometida con el Medio Ambiente en septiembre con la construcción del nuevo punto limpio de Griñón, ahora esta medida deja en entredicho el compromiso del equipo de Gobierno en el ámbito del reciclaje. Desde el Ayuntamiento han decidido apostar por un material que no es biodegradable, además de solicitar una cantidad desorbitada de dinero para ello. Los vasos de plástico y el agua embotellada pueden suponer un problema para la gestión política del alcalde del municipio que desafía al Medio Ambiente con sus peticiones.
Mientras tanto, continúan con la gran maestría del Ayuntamiento relacionada con los 30.000 euros destinados a dispensadores de agua y vasos de plástico. Parece ser que para las dependencias municipales un presupuesto menor era inviable para instalar estos suministros en el Consistorio de la ciudad. Ahora pretenden gastarse sin ningún tipo de represalia esta cifra en que no le falte agua a ningún trabajador de las dependencias municipales de Griñón, ni por supuesto, al alcalde.