El fallecimiento de una persona querida es un momento abrumador y desolador, por lo que las familias devastadas por la pérdida que acuden a las funerarias necesitan un servicio seguro, acogedor e integral desde la recolección y conservación del difunto hasta su inhumación o cremación, preparación del cuerpo para el sepelio y traslado hasta el cementerio.
Aquí emerge el ejemplo de Gesmemori – el software funerario que gestiona recursos, analiza información en tiempo real y proporciona a sus clientes una prestación calificada y personalizada –, que cuenta con módulos enfocados en la importancia del mantenimiento de las estructuras y vehículos de una funeraria.
Adecuar la infraestructura es una condición imprescindible
Una gestión integral de riesgos en la industria funeraria contempla la preservación constante de las instalaciones de los tanatorios, así como también de los coches fúnebres, pilares fundamentales de la actividad.
Cada tanatorio debe adaptar su infraestructura con la incorporación continua de tecnología en el sistema de acondicionamiento de las salas de exposición, preparación de cadáveres y en las cámaras de conservación. Esto último es tan obligatorio como proveer iluminaciones acordes a actos religiosos y espacios cómodos.
Las temperaturas de conservación recomendables son de entre 2 y 6 °C para las salas de exposición de difuntos, así como de entre 15 y 18 °C para aquellas donde se preparan los cuerpos. De aquí, la necesidad de mantener un mecanismo de refrigeración a media y alta temperatura, con bajo coste energético.
La ventilación suficiente en espacios de tanatopraxia mediante aportación de aire de renovación reviste gran importancia. El mantenimiento de los filtros en equipos purificadores de aire es muy importante para controlar la calidad del aire y así evitar condensaciones o filtraciones virales.
La operatividad en los crematorios también requiere una revisión exhaustiva de los gases emitidos, tales como dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO) o dióxido de azufre (SO2). Se deben reducir las emisiones tóxicas a la atmósfera mediante féretros fabricados con materiales sintéticos, además de controlar temperatura de combustiones y dispositivos del horno crematorio.
En este contexto, Gesmemori, con su programa de gestión digital, ejerce una supervisión total del negocio: desde la tramitación de expedientes y visitas a velatorios, hasta gestionar la flota.
Realizar una gestión responsable de la flota vehicular
El coche fúnebre es un ítem visible de la excelencia de una firma funeraria, por lo que gestionar la flota vehicular en el sector es muy importante.
De este modo, es esencial que las firmas inviertan en buenos sistemas de fijación del féretro en el coche para evitar accidentes. Para ello se sugiere un porta-urnas integrado en la plataforma que sea adaptable a cualquier tipo de ataúd; al igual que un mecanismo de fijación deslizante que facilite la introducción y extracción del ataúd en el habitáculo interior.
Asimismo, recomiendan emplear en furgones funerarios materiales fácilmente higienizables, tanto en los féretros y cabinas, como en elementos de ornamento del habitáculo.
Gesmemori instala en cada coche funerario un pequeño equipo de monitoreo para garantizar un buen servicio. Este equipamiento reduce los costes TCO y ahorra en combustible, peajes y multas e informa de manera recurrente dónde están los vehículos y hasta quién lo condujo.