Los profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital General Universitario Gregorio Marañón desarrollan un programa de formación a los padres de niños dependientes de alta tecnología. Los pacientes pediátricos a cuyas familias va dirigida esta formación son niños dependientes de ventilación, con derivaciones intestinales, nutrición a través de vías artificiales o monitorización específica al haber sufrido situaciones de compromiso vital. La formación abarca un soporte teórico, con un manual adaptado para familias y vídeos sobre cada materia, un soporte práctico realizado con un maniquí, prácticas supervisadas de los cuidados y la resolución de complicaciones mediante simulación avanzada.
Un grupo de 20 profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Gregorio Marañón imparte este programa de formación, incluyendo pediatras, enfermeras, técnicos de cuidados auxiliares de enfermería, así como la enfermera de continuidad asistencial y, de forma puntual, también colaboran los trabajadores sociales.
“El objetivo es, fundamentalmente, poder dar un soporte y una seguridad a las familias para que se lleven a estos niños a casa, ya que tradicionalmente los niños dependientes de tecnología, por la complejidad de sus cuidados, presentaban una dependencia del centro hospitalario durante largos periodos de tiempo que les impedía realizar una vida acorde a su edad cronológica, afectando así a su calidad de vida” explica Ana Belén García Moreno, una de las enfermeras de la UCI pediátrica y miembro del grupo de formación.
“Una vez que se detecta los padres o cuidadores que pueden ser candidatos para este adiestramiento, y tras el consentimiento informado, se les ofrece una metodología didáctica amplia”, apunta la enfermera de este mismo equipo, Isabel María González.
“En los últimos meses se ha realizado la formación a siete familias, que han sido entrenadas en cuidados especializados de forma precoz. La formación a las familias para la vuelta a casa de forma segura supone un incremento en la calidad de vida familiar” añade Marta Cordero, enfermera especialista en pediatría, integrante de este mismo grupo de formación.
Una iniciativa premiada y muy bien acogida por los padres
Este programa ha sido galardonado por la Fundación para el Desarrollo de la Enfermería (FUDEN) en la categoría de Premio Pascual a la Promoción del Autocuidado. “Al principio hay miedo e inseguridad por parte de los padres o cuidadores, pero enseguida están encantados de poder participar en los cuidados, ver una pronta salida de sus pequeños de la UCI y recuperar la normalidad y la calidad de vida para los niños y para sus familias” añade Isabel Cruz, enfermera y miembro de este grupo de formación, quien apunta que este galardón, al que se han presentado más de 400 proyectos en todas las categorías, supone el reconocimiento a la vocación y a la labor que llevan realizando durante varios años.
Es importante destacar que la formación se va adaptando a la necesidad de los propios cuidadores incluso sorteando, en algunos casos, barreras idiomáticas. Antes de que se marchen los niños a casa, se contacta con su profesional de referencia del Centro de Salud, su pediatra y su enfermera y se informa del estado y las necesidades del niño, así como de la formación que han recibido los progenitores y el soporte que les pueden dar. “Es importante destacar que tanto el personal de la UCI como yo misma nos quedamos de referentes por si surge alguna necesidad, tanto para los papás como para los compañeros del Centro de Salud”, añade Carmen Ortega, enfermera de continuidad pediátrica.