Según los asistentes al evento celebrado este fin de semana, la organización del festival fue “tan desastrosa debido a la ubicación de baños portátiles, quedando lejos de los escenarios y obligando a cruzar todo el recinto”.
Parece ser que en líneas generales el ‘Coachella español’ también reconocido como Mad Cool 2023 ha cumplido bien con el propósito de consolidarse como un macrofestival de esa índole: hacer que el público se lo pase bien con grupos famosos de fondo. Por supuesto, aquí cada uno habrá tenido su experiencia, porque no es lo mismo estar a la cola durante dos horas para entrar el primer día, a diferencia de llegar y aparcar sin problemas en Getafe y cruzar andando por la M-45. Sin embargo, al hilo de las quejas de todos los asistentes, las colas para llegar y entrar al recinto han sido las consecuencias “más ligeras” que han tenido que soportar para disfrutar de estos conciertos.
Mad Cool Festival 2023 llegaba este año con el reto que supone siempre estrenar un recinto. No empezó bien la cosa pues los vecinos que viven alrededor del descampado entre Villaverde y Getafe en el que se ha erigido Mad Cool llevan quejándose desde octubre de 2022 de tener un macrofestival tan cerca de casa (algunas viviendas están a tan solo 300 metros). En este sentido, no ha sido raro ver a los afectados quejándose del ruido y de los atascos para entrar y salir de sus casas los tres días que ha durado el festival.
Sin embargo, las quejas van más allá dentro del recinto: una gran problemática que se cierne entre disfrutar de los conciertos o ir al baño. Realizar esta última actividad se ha convertido en una tarea difícil de llevar a cabo este fin de semana en el recinto del Mad Cool, ya que, la organización del festival ha decidido que la ubicación de los baños portátiles estuviese “en la otra punta, o aguantabas las ganas de irte al baño o te perdías los conciertos, no había otra opción”, según varios de los afectados.
En este sentido, la organización del Mad Cool, a primera vista, es normal que priorice el acceso a los escenarios antes que a los baños portátiles por una cuestión económica. Sin embargo, se debería tener en cuenta que ir a un baño portátil en un festival en el que se comercializa alcohol, y sin comercializarse también, es una necesidad primaria, en todos los sentidos.
LA ORGANIZACIÓN DEL MAD COOL SE ESCAPA: MÁS DE 70.000 PERSONAS
Hay que tener en cuenta que el aforo de este festival se sobrepasó el sábado 8 de julio llegando a alcanzar más de 70.000 asistentes en el recinto. Muchos asistentes lo calificaron de una experiencia “horrible, caótico, incómodo y agobiante”. El hecho de que solo hubiese un espacio reservado para baños portátiles y justo estuviesen en el centro de zona de paso de unos conciertos a otros dificultó tanto el movimiento de asistentes dentro del recinto como el acceso de los mismos a los otros conciertos y a los mismos baños.
De hecho, muchos de los asistentes no han dudado en expresar sus quejas a través de sus cuentas de Twitter. Los inconvenientes más comunes que han sufrido durante este fin de semana los portadores de una entrada para el Mad Cool han sido los precios elevados para llegar a las inmediaciones del festival. En este sentido, ir al festival en Uber salía por 20 euros y solicitar un Taxi alcanzaba los 50 euros. Pero sobre todo, el hecho de no poder usar los baños portátiles con normalidad, a pesar del aforo completo del festival, ha sido la consecuencia directa que más ha afectado a los asistentes.