En un día que prometía ser como cualquier otro en el Hospital de La Paz, uno de los centros de atención médica más importantes de Madrid, “el agua” golpeó con fuerza. Este jueves, a primera hora de la tarde, un evento inesperado transformó la tranquilidad en caos y la rutina hospitalaria en una carrera contra el agua. La entrada de las urgencias del Hospital de La Paz se inundó debido a la rotura de una tubería, desencadenando una serie de acontecimientos que afectaron a pacientes, personal médico y a la propia institución hospitalaria.
El origen de este inusual incidente se encuentra en las obras en curso en la estación de metro de Begoña, una ubicación cercana al hospital. El metro de Madrid estaba realizando trabajos para instalar ascensores, una medida destinada a mejorar la accesibilidad en el sistema de transporte público. Sin embargo, nadie anticipó las consecuencias devastadoras que tendría un fallo en el sistema de tuberías subterráneas.
Los primeros informes indican que la rotura de la tubería ocurrió repentinamente, liberando una avalancha de agua que descendió velozmente hacia el hospital debido a la pendiente geográfica de la zona. En cuestión de minutos, las urgencias del Hospital de La Paz se encontraban sumergidas en agua, sumiendo al personal médico y a los pacientes en un estado de caos y confusión.
Los testimonios de los trabajadores presentes en ese momento pintan un cuadro de caos absoluto. Ismael de la Torre, técnico de rayos en La Paz y delegado de prevención de riegos laborales de Comisiones Obreras (CC OO), describió la escena como un “auténtico caos”, con sillas “nadando” por los pasillos de los boxes de urgencias. La entrada principal del hospital se convirtió en una balsa de agua, que el personal de inmediato trató de achicar en un esfuerzo desesperado por controlar la situación.
RESPUESTA INMEDIATA DEL PERSONAL MÉDICO ANTE LA ROTURA DE LA TUBERÍA
La respuesta inmediata del personal médico y de emergencia fue crucial. A pesar de las difíciles condiciones, las urgencias del hospital continuaron funcionando para atender a los pacientes que ya se encontraban dentro. Sin embargo, la prestación de servicios médicos se volvió precaria debido a la situación, y a aquellos pacientes que estaban esperando informes de alta se les indicó que se fueran a casa.
Es importante destacar que, a pesar de la inundación en las áreas de urgencias, el suministro de agua del hospital seguía funcionando correctamente. La principal causa del problema residía en la rotura de la tubería vinculada a las obras en la estación de metro de Begoña. La situación se tornó aún más crítica cuando se supo que otros sótanos del hospital también se habían inundado, lo que agregó un nuevo nivel de complejidad al desafío que enfrentaba el personal médico y de emergencia.
Este incidente ha puesto de manifiesto la importancia de una planificación adecuada y una supervisión rigurosa en proyectos de construcción cercanos a instalaciones críticas como hospitales. Además, destaca la valentía y el compromiso del personal médico y de emergencia, que trabajaron incansablemente para garantizar la seguridad de los pacientes y la estabilidad del hospital en medio de una crisis inesperada.