Un lamentable episodio durante el último Pleno ordinario en Getafe ha creado el caos político en el municipio. La alcaldesa socialista Sara Hernández ha provocado indignación al hacer ‘chistes’ y bromear sobre la salud mental de la concejala del PP, Mirene Presas. En un momento del debate, Hernández sugirió enviar a un psicólogo a Presas, insinuando que tenía una extensa lista de profesionales que podrían ayudarla a superar un supuesto duelo.
Desde el Partido Popular (PP), han condenado enérgicamente esta actuación, calificándola de «repugnante» y acusando a la alcaldesa de «trivializar la salud mental y faltar al respeto a una compañera en un momento delicado». «Utilizar la salud mental para insultar al oponente no tiene cabida en la política; no todo vale», expresaron desde el PP.
Ante este ‘patinazo’ serio, los populares han instado al secretario general del PSOE-M, partido al cual pertenece la alcaldesa, a tomar medidas disciplinarias. Compararon el caso con el incidente del concejal socialista Daniel Viondi en el Ayuntamiento de Madrid, quien recibió medidas disciplinarias por agredir al alcalde.
La reacción del PP se ha extendido más allá de la crítica verbal. Han solicitado una acción firme por parte de la dirección del partido, instando a que se tome en serio este incidente que, según ellos, «mancha la imagen de la política en Getafe».
LA ALCALDESA ‘A POR TODAS’
Este no fue el único momento polémico durante la sesión. La alcaldesa Hernández también decidió ausentarse durante el debate sobre la ‘inquiokupación‘, evitando así dar explicaciones públicas sobre el tema. Hay que tener en cuenta que la ‘inquiokupación’ se hace efectiva cuando una persona firma un contrato de alquiler para acceder a una vivienda, sin embargo, tras el primer o el segundo pago se deja de realizar la domiciliación. Esta actitud de la alcaldesa Sara Hernández ha sido interpretada como una falta de respeto no solo a la concejala del PP, sino también a la transparencia y responsabilidad que se espera de un cargo público.
La evasión de Hernández durante un tema relevante como la ‘inquiokupación’ ha generado críticas adicionales sobre su capacidad para abordar asuntos importantes de manera directa y transparente. Los ciudadanos y la oposición están exigiendo respuestas claras sobre su postura y acciones respecto a esta problemática que afecta a la comunidad.
Hay que tener en cuenta que estas reacciones de Hernández se tratan de asuntos muy graves. Dirigirse así hacia Mirene Presas, dando a entender que tiene un problema grave relacionado con la salud mental, exponiéndola en el pleno y burlándose de ella, es algo que trasciende más allá de lo político. Es un ataque directo personal que influye en la vida de Mirene Presas y que puede provocar que esos problemas se agraven.
GETAFE Y LA SALUD MENTAL: UN CONTEXTO SENSIBLE
Es relevante destacar que Getafe no lidera en políticas de salud mental en Madrid, a pesar de los recientes esfuerzos. La Comunidad de Madrid inauguró un nuevo Hospital de Día de Salud Mental para Adolescentes en la ciudad, el décimo de este tipo en la región, ofreciendo tratamiento a jóvenes de entre 12 y 18 años con diagnóstico de trastorno mental grave o absentismo escolar grave. Sin embargo, las críticas han surgido respecto a la calidad de los servicios de atención mental en la región.
«Llamé para decir que estaba a punto de DARME un ataque de ansiedad y me DIJERON QUE ME quedara en casa»
En octubre de 2022, se inauguró el primer teléfono gratuito de atención a la salud mental en Getafe. Algunos afectados han expresado su insatisfacción con la atención recibida, describiéndola como «precaria». Un testimonio señaló: «Llamé para decir que estaba a punto de darme un ataque de ansiedad y pensamientos suicidas, y me dijeron que me tranquilizara y me quedara en casa, sin ofrecerme ninguna otra herramienta o trasladarme a algún centro».
UN LLAMADO A LA RESPONSABILIDAD POLÍTICA Y CIUDADANA
Este incidente en el Pleno de Getafe resalta la necesidad de un mayor respeto en el ámbito político, especialmente cuando se trata de cuestiones sensibles como la salud mental. Los llamados a la acción y medidas disciplinarias demuestran la gravedad del comportamiento de la alcaldesa, subrayando la importancia de la responsabilidad política en el servicio a la comunidad.
Resulta extraño que la política del PSOE se enmarque dentro del respeto por la salud mental y los cuidados máximos y ahora sean ellos quienes arremetan contra la salud mental de una concejala durante un pleno y, encima, se burlen de ella.
La ciudadanía de Getafe merece representantes que aborden los problemas con seriedad y respeto, independientemente de sus afiliaciones políticas. Además de las medidas disciplinarias internas, se espera que la alcaldesa dé una disculpa pública a la concejala del PP afectada y a la comunidad en general.
En un momento en que la salud mental se reconoce como una prioridad, tanto a nivel regional como nacional, burlarse de esta problemática no solo es inapropiado, sino que también socava la confianza de los ciudadanos en sus líderes políticos. La sociedad exige líderes que aborden las cuestiones con empatía y comprensión, y no con desdén y burla.
En este sentido, el episodio en el Pleno de Getafe no solo refleja un error de juicio por parte de la alcaldesa, sino que también pone de manifiesto la importancia de una cultura política más respetuosa y responsable. Los ciudadanos merecen representantes que trabajen para el bienestar común y promuevan un ambiente político donde la dignidad y el respeto sean la norma, no la excepción. Este incidente debería ser un recordatorio para todos los actores políticos sobre la responsabilidad que lleva consigo ocupar un cargo público y la necesidad de priorizar el bienestar de la comunidad sobre cualquier diferencia partidista.