La polémica sigue en vilo. Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, que decidió reubicar los cantones de limpieza a tan solo 100 metros de los residentes de Montecarmelo, avisó previamente de este cambio a los vecinos. Esta elección ha generado una fuerte reacción por parte de la comunidad, que expresa su preocupación por las posibles consecuencias negativas de esta decisión. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid ha dejado claro junto a los sindicatos que la reubicación de los cantones no tiene por qué afectar a los residentes.
La carta enviada por Carabante a los vecinos notificando la mudanza ha desatado un debate en la capital española. Aunque algunos apoyan la decisión argumentando la necesidad de optimizar la ubicación de estas instalaciones municipales, otros temen los posibles problemas de ruido, suciedad y seguridad que podrían surgir.
En un comunicado conjunto publicado recientemente, el Ayuntamiento de Madrid y los sindicatos CC.OO. y UGT respaldaron la decisión de reubicar los cantones de limpieza. En el comunicado, enfatizaron la importancia de llevar a cabo estas mudanzas de manera eficiente, siguiendo las indicaciones de los técnicos municipales, quienes se encargan de buscar soluciones técnicas y urbanísticas viables.
Según las cifras proporcionadas en el comunicado, en la actualidad existen 116 cantones de limpieza viaria que no han generado molestias significativas para los vecinos, edificios, instalaciones o equipamientos en sus cercanías. Esta información busca tranquilizar a aquellos que temen que la proximidad de los cantones cause inconvenientes en sus vidas diarias.
DESCONTENTO POR EL CANTÓN: MONTECARMELO Y VICÁLVARO ALZAN LA VOZ
A pesar del respaldo oficial, las comunidades afectadas, especialmente Montecarmelo y Vicálvaro, han expresado su descontento. La plataforma ‘No al cantón Vicálvaro’ ha surgido como una voz unificada en contra de esta mudanza. Argumentan que la reubicación propuesta no solo afectará la calidad de vida de los residentes, sino que también podría tener impactos medioambientales negativos.
Los residentes de Montecarmelo han levantado sus voces en protesta, destacando la inconveniencia de tener estas instalaciones tan cerca de sus hogares. Temen la generación de ruido constante, olores desagradables y, lo que consideran más preocupante, la posible disminución de la seguridad en la zona.
Aun así, hay residentes de otras zonas que han explicado que los cantones de limpieza no son nada más que instalaciones que sirven para guardar la maquinaria y ropa de trabajo, y que aunque puedan causar inconvenientes a la hora de usar la maquinaria y trasladarla, no ocupan las dimensiones que le están dando los vecinos.
LOS TRABAJADORES DE LOS CANTONES DE LIMPIEZA TAMBIÉN TIENEN DERECHOS
Durante la reunión entre el delegado de Urbanismo, José Antonio Martínez Páramo (concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes), y Víctor Sarabia (director general de Limpieza y Residuos) con representantes de CC.OO. y UGT, se discutió la necesidad de dignificar las condiciones de los trabajadores.
En la actualidad existen 116 cantones de limpieza viaria que no han generado molestias significativas para los vecinos, edificios o instalaciones
Se señaló que muchos operarios destinados a barrios como Montecarmelo actualmente deben ser trasladados diariamente desde otros cantones, recorriendo distancias considerables. Se habló de trayectos de hasta 21 kilómetros, lo que no solo resulta en pérdida de tiempo significativa para los trabajadores, sino que también plantea riesgos adicionales para su seguridad.
La plataforma ‘No al cantón Vicálvaro’ ha rebatido estas afirmaciones, alegando que los trabajadores ya llegan a su distrito desde ubicaciones más cercanas, como Vallecas y Camino de Hormigueras, a distancias más cortas de lo que se afirma.
Sin embargo, los vecinos no han tenido en cuenta que estos trabajadores también tienen un trabajo digno y que los cantones de limpieza son su lugar para guardar maquinaria y cambiarse de ropa. Los cantones de limpieza no van más allá de sacar una máquina para trasladarla a otro lado o que se cambie de ropa de trabajo en su interior. No tiene por qué tener consecuencias tan significativas como expresan.
VECINOS EN BÚSQUEDA DE ALTERNATIVAS ‘SOSTENIBLES’
A pesar de todo esto, la resistencia de los residentes de Vicálvaro se ha materializado en protestas continuas. Argumentan que la ubicación propuesta para el cantón afectará negativamente al parque Forestal y denunciaron posibles incumplimientos medioambientales por parte de la empresa Urbaser, la cual es responsable de la limpieza en la zona.
El canal ético de Urbaser ha sido el destinatario de las denuncias por parte de los vecinos, quienes afirman que la empresa está violando códigos medioambientales. Anteriormente, habían llevado su preocupación al Defensor del Pueblo y a la Fiscalía, buscando intervenciones que insten al Ayuntamiento a buscar una parcela alternativa en colaboración con los residentes.
La situación sigue en desarrollo, y se esperan más detalles sobre las acciones que tomarán tanto el Ayuntamiento como los vecinos afectados. Esta polémica decisión ha dividido a la comunidad madrileña, generando un debate sobre la necesidad de las instalaciones municipales, la importancia de la planificación urbana y la participación ciudadana en decisiones que afectan directamente la calidad de vida de los residentes.
