La sarna, una enfermedad de la piel que se creía pertenecía al pasado, ha reaparecido en varias regiones de España, causando preocupación tanto en la comunidad médica como en las familias afectadas. Se han identificado casos en Madrid y Barcelona, y la infección se ha propagado en centros escolares, especialmente en Cataluña. Este resurgimiento de la sarna destaca la importancia de la atención médica y la accesibilidad a medicamentos para las familias vulnerables.
La sarna, también conocida como escabiosis, es una infección cutánea que afecta a los seres humanos desde tiempos antiguos. En el pasado, se asumía que era más común en invierno, cuando las personas se juntaban más debido al frío, y en áreas húmedas.
Además, se vinculaba con personas debilitadas o que vivían en condiciones de hacinamiento, como en residencias de ancianos o centros de reclusión. De hecho, se han registrado varios casos en Madrid en algunas residencias de mayores.
la sarna requiere un contacto directo y prolongado de piel a piel durante al menos veinte minutos
Sin embargo, las reglas han cambiado, y los expertos advierten que «la sarna puede afectar a cualquier persona, de cualquier edad, situación de salud y condición socioeconómica», según la dermatóloga Cristina Galván, vicepresidenta de la Asociación Internacional para el Control de la Escabiosis.
EL CULPABLE: UN ÁCARO SIGILOSO
La infección es causada por un ácaro que se introduce en la piel de manera sigilosa. Las víctimas no suelen notar la invasión hasta unas seis semanas después, cuando comienzan a sentir picazón y molestias características. La urticaria es la reacción del sistema inmune a la actividad de este microscópico ácaro de ocho patas, que crea túneles y deposita sus huevos en la piel. Las larvas que eclosionan emergen en la superficie de la piel, donde maduran y pueden propagarse a otras áreas o a la piel de otras personas.
A pesar de su capacidad de contagio, la sarna requiere un contacto directo y prolongado de piel a piel durante al menos veinte minutos. Por lo tanto, es poco probable que alguien se contagie en un probador de una tienda, según la Dra. Galván.
AUMENTO DE CASOS DE SARNA Y LA PANDEMIA DEL COVID 19
Aunque no existen registros precisos de la incidencia de la enfermedad en España, los dermatólogos creen que ha habido un aumento sostenido en el número de casos en los últimos años. Datos indirectos respaldan esta hipótesis, como el incremento de recetas de medicamentos para tratar la sarna.
La pandemia del COVID-19 y el consecuente confinamiento de la población en sus hogares han influido en esta tendencia. Durante el auge del nuevo coronavirus, algunos casos de sarna no se trataron por temor a acudir a centros de salud o porque no se les dio la importancia adecuada. Además, muchos pacientes no han seguido el tratamiento de manera adecuada, como demuestra un estudio reciente de la Academia Española de Dermatología.
TRATAMIENTO INADECUADO, COSTOSO Y NECESIDAD DE RASTREO
El estudio, realizado con la colaboración de especialistas de quince comunidades autónomas, analizó 186 casos de sarna activa en personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores. Los resultados revelaron que el tratamiento prescrito no fue efectivo, no porque el medicamento fallara, sino porque no se siguió adecuadamente.
De los pacientes diagnosticados, el 65% ya había recibido tratamiento en el pasado, y solo el 36% cumplió con el tratamiento adecuado. En muchos casos, no se trató a las personas que vivían con los pacientes o habían estado en contacto cercano con riesgo de contagio. Además, el 50% de los pacientes no recibió recomendaciones claras por escrito para el tratamiento.
El rastreo de contactos es esencial en el manejo de la sarna, ya que, en la mayoría de los casos, los pacientes buscan tratamiento dos meses después de la infección. Convencer a las personas de que contacten a aquellos con quienes tuvieron contacto cercano en los últimos dos meses para recibir tratamiento es un desafío. En algunas situaciones, se ha requerido la ayuda de rastreadores de la pandemia para abordar brotes, como en el País Vasco.
EL COSTO DE LOS MEDICAMENTOS Y LAS FAMILIAS VULNERABLES
El tratamiento de la sarna implica el uso de permetrina, el mismo pesticida utilizado para tratar los piojos, pero en dosis diferentes. Además, se recomienda lavar toda la ropa en contacto con la piel a más de 50 grados o congelarla en una bolsa si la temperatura excesiva podría dañarla.
Uno de los desafíos que enfrentan las familias afectadas por la sarna es el costo de los medicamentos. En España, el precio de los medicamentos para tratar la sarna asciende a aproximadamente 200 euros. Esto puede representar una carga financiera significativa para las familias vulnerables, especialmente en tiempos de dificultades económicas.
La Asociación Española de Dermatología advierte que no cumplir los tratamientos y no identificar a los contactos de los pacientes ha contribuido a la propagación de la sarna. La coordinación entre dermatólogos, médicos de atención primaria, alergólogos y servicios de urgencias es esencial para detectar casos de sarna de manera temprana y prevenir su propagación.