Un tipo de medicamento que actúa como depresor del Sistema Nervioso Central (SNC) son las benzodiacepinas.
Potencian la acción de una sustancia química presente en el cerebro llamada GABA, que cumple la función de neurotransmisor. Es decir, es una de las moléculas que utilizan las células cerebrales para intercambiar los mensajes entre ellas.
El uso de las benzodiacepinas es muy común, más conocidas con nombres como Lorazepam, Alprazolam o Diazepam, que son algunos ejemplos de fármacos de esta familia, ya que se emplean para contrarrestar anomalías como la ansiedad o el insomnio, muy comunes hoy en día. También se aplican para relajar los músculos y prevenir crisis convulsivas. Se trata de un medicamento eficaz, pero que debe tomarse bajo supervisión médica.
Cuáles son los usos concretos de las benzodiacepinas
Según lafarmacia.es, este tipo de medicamentos suele usarse en pacientes de patologías como ansiedad generalizada, fobias o insomnio crónicos. Los médicos especialistas la recetan en casos de trastornos afectivos u obsesivo-compulsivos, esquizofrenia, trastornos de personalidad, agitación psicomotriz, estrés ambiental y delirium tremens. En estos últimos pacientes su aplicación busca contrarrestar efectos como la agitación y las crisis convulsivas.
Es una sustancia que los médicos usan como complemento de antidepresivos, eutimizantes y los antipsicóticos. Igualmente, para reforzar la acción de las terapias electroconvulsivas. Fuera del campo de la psiquiatría, las benzodiacepinas tienen una presencia cada vez mayor en enfermedades crónicas estresantes, como cáncer o las alteraciones cardiovasculares graves.
Existen varios tipos de benzodiacepinas y estas se clasifican según varias de sus características. Por ejemplo, las hay hidrosolubles y liposolubles, de acción rápida o lenta, de vida media larga, corta o ultracorta y finalmente de baja o alta potencia. El médico tratante decide cuál es el tipo más adecuado en función de la patología del paciente. En todos los casos, su consumo nunca debe ser prolongado para así evitar efectos contraproducentes.
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Como ya se sabe, las benzodiacepinas necesitan ser prescritas por un médico y dispensadas en una oficina de farmacia física, por lo que no es posible adquirirlas en páginas web aunque estas estén autorizadas por el ministerio para vender medicamentos. Desde LaFarmacia.es recomiendan desconfiar de cualquier página web que diga que vende benzodiacepinas, ya que sin lugar a dudas se tratará de un fraude en el que en el mejor de los casos estarán dando otro tipo de productos y en el peor de ellos puedan incurrir en estafas o delitos mayores. Por esta razón, es recomendable realizar las compras solo a proveedores que cuenten con la trayectoria y los avales necesarios. Esta constituye la mejor garantía para confiar en que las fórmulas que venden son de calidad.
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