Las uñas se relacionan con un aspecto estético.
Sin embargo, en realidad se trata de estructuras anatómicas que cumplen funciones valiosas como proteger los tejidos subyacentes, facilitar la manipulación de objetos pequeños y mejorar la sensibilidad táctil.
Además, en ocasiones, las uñas reflejan el estado de salud, ya una forma anormal, una coloración anómala y unas uñas frágiles y quebradizas pueden ser signo de alerta de algún problema de salud incluso grave.
No obstante, cabe aclarar que las alteraciones en la lámina ungueal (la placa de queratina traslúcida que protege el dorso de los dedos) no siempre reflejan un problema de salud, sino que también pueden ser debidos a factores externos como el uso de productos químicos.
Causas de las uñas frágiles y quebradizas
Las uñas se componen principalmente de queratina, que es rica en azufre. En condiciones normales, las uñas tienen una superficie lisa, fuerte, brillante y semitransparente. Sin embargo, la firmeza y apariencia de estas estructuras puede verse afectada por varias razones. El principal factor externo que afecta a las uñas es la manipulación de productos químicos, tanto en entornos industriales como domésticos, ya que los detergentes, otros productos de limpieza y la acetona dañan la lámina ungueal.
Igualmente, debe mencionarse que la fragilidad puede ser ocasionada por el uso prolongado de uñas de gel y por los microtraumas generados por morderse las uñas. Esto último puede favorecer la aparición de bacterias y hongos.
Factores internos
Por otra parte, algunas condiciones de salud pueden ocasionar debilidad en las uñas. Es el caso de la anemia, problemas circulatorios, enfermedades pulmonares, hepáticas y renales, deficiencias nutricionales y alteraciones de la tiroides.
En estos casos, generalmente, el mal estado de las uñas suele ir acompañado de otros signos como cabello quebradizo, piel reseca u opaca, además de los síntomas característicos de cada afección.
Acudir al dermatólogo
Ante una inusual fragilidad en las uñas es recomendable acudir con un dermatólogo para que realice las evaluaciones pertinentes para encontrar la causa de las alteraciones e indicar las medidas adecuadas para revertir el daño.
Asimismo, el dermatólogo puede solicitar la opinión de otros especialistas en caso de sospechar la existencia de alguna patología interna.
Una vez se determina la causa de la debilidad de las uñas, el tratamiento pasará necesariamente por eliminarla. Es decir, que cuando la alteración es causada por un factor externo, es fundamental suprimir ese desencadenante, siempre que sea posible. En su defecto, deberán emplearse mecanismos para mitigar los efectos, por ejemplo, usando guantes de protección al usar químicos. Mientras tanto, si la fragilidad de las uñas se debe a algún problema orgánico, es indispensable someterse a tratamiento bajo estricta supervisión médica.
En cualquier caso, además de actuar sobre el origen, es recomendable el uso de productos que hayan demostrado científicamente, que reparan y mejoran las uñas, como Lazonail®, un gel diseñado para regenerar las uñas y las cutículas. Lazonail® contiene extracto de nuez, que es rico en calcio, hierro, zinc y magnesio. Esta combinación fortalece, nutre e hidrata las uñas y cutículas, que se tornan más duras y brillantes.
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