En la polémica en torno al Colegio Privado Brewster, la institución educativa afirma estar “a un paso de regularizar su situación” y poder “presentar la licencia administrativa que faltaba”. Esta declaración se produce después de que, ayer, se denunciara públicamente que el colegio continuaba impartiendo docencia a pesar de haber finalizado el plazo otorgado para suspender sus actividades.
Desde el Ayuntamiento de Madrid, la respuesta ha sido firme. Borja Carabante, titular de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, informó que el colegio tiene hasta el día 11 de diciembre para regularizar su situación antes de que se proceda al cierre del centro. La situación se complicó aún más cuando se reveló que el colegio inició el curso escolar en el antiguo Hospital Homeopático y el Palacete del Marqués de los Salados, ambos edificios protegidos en Chamberí, sin contar con la licencia correspondiente.
Las clases comenzaron en septiembre con tan solo una declaración responsable, la cual fue anulada por el Ayuntamiento debido a que, para operar en edificios protegidos, no es suficiente. Carabante destacó que el Ayuntamiento dictó orden de cese de la actividad cuando tuvo conocimiento de esta situación, orden que fue incumplida por el centro escolar, llevando finalmente a la dictación de una orden de precinto del centro. Sin embargo, el centro, parece ahora llevarle la contraria a alcalde de Madrid y al Ayuntamiento de la capital.
LA RESPUESTA DEL COLEGIO BREWSTER: A LA ESPERA DE UN PLAN
En un comunicado emitido por el propio colegio, se explica que el Plan Especial aprobado en la comisión de Urbanismo les permitirá presentar la licencia administrativa que falta. Este paso, que se espera sea ratificado en el próximo Pleno, ha sido recibido con “satisfacción” por los responsables del centro, quienes lo consideran el cierre de “un largo proceso” que involucró la autorización de la Comunidad de Madrid, el dictamen de la Comisión de Patrimonio y un periodo de alegaciones públicas.
Es importante destacar que el edificio en Chamberí que alberga al Brewster es un Bien de Interés Cultural (BIC), lo que implica una serie de protecciones y permisos adicionales. Desde el colegio aseguran que solicitaron estos permisos en su momento. El Plan Especial, aunque inicialmente aprobado la primavera pasada, experimentó retrasos, en parte debido a las elecciones municipales.
Según el expediente del Plan Especial, este permite “la regularización del uso de ese edificio como dotacional educativo”. Sin embargo, hasta que el centro obtenga licencia de obras y licencia de actividad, el Ayuntamiento de Madrid ha dictado la orden de precinto para el próximo 11 de diciembre.
Borja Carabante detalló que una vez se apruebe el Plan Especial en el Pleno, el colegio podrá solicitar las licencias necesarias. Si estas autorizaciones se obtienen antes del 11 de diciembre, la orden de precinto será levantada. No obstante, Carabante señaló que es “difícil” que puedan contar con la licencia urbanística antes de la fecha límite, dado que la aprobación del Plan Especial está programada para la última semana de noviembre.
LA INCERTIDUMBRE HASTA EL ÚLTIMO MOMENTO
El delegado también advirtió sobre las dificultades de cumplir con todos los trámites necesarios antes del 11 de diciembre. La solicitud de licencias y la evaluación por parte de los servicios técnicos requieren tiempo, y el plazo propuesto parece ajustado.
La incertidumbre sobre el futuro del Colegio Privado Brewster persiste hasta el último momento, mientras las autoridades municipales y el centro educativo buscan resolver la situación de manera que beneficie a ambas partes y, sobre todo, a los estudiantes y sus familias. El próximo Pleno será clave para definir el rumbo de esta polémica educativa en el corazón de Chamberí.