Desde sus inicios, la Plaza Mayor de Madrid ha sido testigo silente de la evolución de la ciudad y de innumerables acontecimientos históricos que han dejado una huella imborrable en su empedrado.
En este artículo, nos adentraremos en los secretos y crónicas de este emblemático espacio, que sigue siendo un punto de encuentro y un escenario donde la historia y la vida moderna se entrelazan de manera fascinante.
7LA PLAZA MAYOR: UN SÍMBOLO DE LA IDENTIDAD MADRILEÑA
La Plaza Mayor de Madrid no es solo un espacio físico, sino un símbolo de la identidad madrileña. A lo largo de los siglos, ha sido el escenario de importantes acontecimientos políticos, culturales y sociales que han moldeado la historia de la ciudad y de España en su conjunto.
Durante el reinado de Felipe IV, la Plaza Mayor se convirtió en el epicentro de la vida cultural madrileña. El monarca era un gran mecenas de las artes, y bajo su mandato, la plaza albergó numerosas representaciones teatrales y espectáculos públicos. El Teatro de la Cruz, que se encontraba en uno de los lados de la plaza, fue un importante centro cultural de la época.