Desalojo en Cercedilla: 80 familias dependen del Ayuntamiento

Un drama inmobiliario se cierne sobre Cercedilla, donde un total de 80 familias enfrentan la amenaza inminente de desalojo.

Estos residentes, que han ocupado exclusivos chalรฉs en la pintoresca colonia de Camorritos durante dรฉcadas, ahora se encuentran en una situaciรณn precaria debido a la expiraciรณn de la concesiรณn centenaria de 85,5 hectรกreas de monte pรบblico, donde sus hogares han sido erigidos con esmero arquitectรณnico y han sido testigos de dรฉcadas de historias familiares.

La comunidad se vio sorprendida por la notificaciรณn emitida por la Comunidad de Madrid, la cual actรบa como gestora del monte pรบblico de titularidad municipal. Esta notificaciรณn anunciรณ que la concesiรณn que permite la ocupaciรณn de estas tierras ha caducado. Fuentes del Gobierno regional argumentan que los residentes no son propietarios de sus casas, sino que poseen una concesiรณn, ya que no cuentan con escrituras de propiedad. La incertidumbre y la preocupaciรณn se apoderan ahora de las familias que, durante aรฑos, han llamado a estos chalรฉs su hogar.

PROPIEDAD MUNICIPAL Y REPERCUSIONES LEGALES EN CERCEDILLA

A pesar de la gestiรณn de la Comunidad de Madrid sobre los terrenos, es importante destacar que los Ayuntamientos de Cercedilla y Navacerrada son los propietarios legรญtimos. Tras la caducidad de la concesiรณn, la titularidad de estas tierras deberรก retornar al รกmbito municipal. Esto plantea la posibilidad de que ambos consistorios convoquen nuevas concesiones, pero con la imposibilidad de prorrogar las actuales, generando asรญ un dilema legal y social que afecta a una comunidad que se ve obligada a replantear su futuro inmediato.

Cercedilla

La colonia de Camorritos, erigida hace un siglo, ha sido testigo de la historia de Cercedilla y alberga chalรฉs de la alta sociedad madrileรฑa, incluyendo a la prominente familia Koplowitz. Estas construcciones, diseรฑadas por arquitectos ilustres como Zavala Lafora y Fernando Higueras, no solo son hogares sino tambiรฉn patrimonio arquitectรณnico. La Asociaciรณn de Titulares de la Colonia Camorritos aboga por incluir estas viviendas en el catรกlogo de protecciรณn de la Comunidad de Madrid, subrayando asรญ la relevancia cultural y arquitectรณnica de estas edificaciones.

Ante la amenaza de desalojo, los residentes se preparan para una larga batalla legal. Aseguran que en el Registro de la Propiedad consta una ocupaciรณn ilimitada en el tiempo, un argumento que planean utilizar para pleitear y evitar el desalojo. Afirman haber cumplido con todos los requisitos establecidos por las administraciones y han transformado un espacio degradado en un bosque habitado, destacando asรญ su contribuciรณn a la mejora del entorno.

EL LEGADO ARQUITECTร“NICO: FERROCARRIL Y TUBERCULOSIS EN 1920

Para comprender el origen de esta historia, es necesario remontarse al aรฑo 1920, cuando se cedieron parcelas por un siglo a la Sociedad Anรณnima de Ferrocarril Elรฉctrico de Guadarrama. Estas parcelas se destinaron a la construcciรณn de un tren de vรญa estrecha que unirรญa Cercedilla con Navacerrada y Cotos, asรญ como a la edificaciรณn de complejos sanitarios para pacientes con tuberculosis. Este proyecto histรณrico involucrรณ la compra de terrenos con una condiciรณn: la ocupaciรณn durante 100 aรฑos.

Cercedilla

Arquitectos ilustres, como Zavala Lafora, Rivas Eulate, Durรกn de Cottes y Gutiรฉrrez Soto, dejaron su huella en Camorritos. Chalรฉs de notable valor y, en algunos casos, con la firma de Fernando Higueras, aรฑaden un componente cultural invaluable a la colonia. Sin embargo, la notificaciรณn de desalojo basada en reales รณrdenes de 1920 y 1921 ha desencadenado una disputa legal. Los residentes sostienen que ni en estas รณrdenes ni en la legislaciรณn de la ocupaciรณn se establece un perรญodo de 99 aรฑos, y argumentan que, en todo caso, esa limitaciรณn se introdujo en una ley de 1964, por lo que no deberรญa aplicarse retroactivamente.

El viceconsejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Mariano Gonzรกlez, seรฑala que el asunto es complejo y se estรกn estudiando las alegaciones de los vecinos. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Cercedilla, liderado por el partido independiente Juntos por Cercedilla, indica que las edificaciones son propiedad municipal despuรฉs de expirado el plazo. La soluciรณn, segรบn el consistorio, radica en otorgar nuevas concesiones, una opciรณn que plantea su viabilidad desde el punto de vista legal.

EL IMPACTO EN NAVACERRADA: UNA HISTORIA SIMILAR EN 350 PISOS

La situaciรณn de incertidumbre no se limita a Cercedilla, ya que unos 350 pisos en el Puerto de Navacerrada enfrentan desafรญos similares. Estos apartamentos, construidos en terrenos pรบblicos en la dรฉcada de 1970, han sido adquiridos por residentes que ahora se ven amenazados por la posible caducidad de la concesiรณn del terreno para la ocupaciรณn de 100 aรฑos. Los afectados en Navacerrada tambiรฉn claman por la posibilidad de negociar y encontrar soluciones con los Ayuntamientos, mientras se enfrentan a una situaciรณn que pone en peligro dรฉcadas de inversiรณn y arraigo en sus hogares.

Cercedilla

En medio de este laberinto legal y administrativo, los vecinos afectados claman por el diรกlogo entre la Comunidad de Madrid y los Ayuntamientos. Reconocen la prudencia mostrada por la Comunidad, pero instan al Ayuntamiento de Cercedilla a tratarlos con respeto y consideraciรณn, mรกs allรก de la perspectiva financiera. Argumentan que este problema no solo afecta a los residentes de Camorritos, sino a todos los involucrados, y la soluciรณn solo puede surgir de un acuerdo entre todas las partes.

En un momento de incertidumbre y desafรญos legales, las 80 familias de Cercedilla se aferran a la esperanza de encontrar una soluciรณn justa y acordada. Mientras las negociaciones y alegaciones continรบan, la historia de Camorritos y Navacerrada destaca la importancia de abordar con sensibilidad y empatรญa los problemas que afectan a las comunidades. La espera hasta marzo para conocer las decisiones finales aumenta la tensiรณn, pero la esperanza de un futuro resuelto mantiene viva la llama en estos hogares amenazados por la sombra del desalojo.