Un tren de Cercanías, que procedía de Villalba, ha descarrilado este martes pasadas las dos y media de la tarde, en la entrada a la estación de Atocha, por lo que se ha interrumpido el servicio entre dicha estación y Recoletos, según han indicado fuentes de Cercanías.
La circulación ha sido cortada entre estas dos paradas y se ha procedido al desalojo de los usuarios -sin heridos graves, solo cuatro personas con contusiones leves- que viajaban en el convoy.
Este descarrilamiento ha afectado a la movilidad de la mayor parte de las líneas ferroviarias, en concreto, a las líneas C1, C2, C7, C8 y C10, lo que puede provocar fuertes demoras en el resto de convoyes que circulan por la Comunidad de Madrid.
Ante los posibles retrasos en los servicios de media y larga distancia, se están gestionando alternativas de transporte.
CAOS EN CERCANÍAS Y ATOCHA
Este incidente se produce apenas una semana después de que descarrilase otro tren al salirse de la vía en Atocha, lo que obligó a evacuar a 37 personas que viajaban en su interior.
El pasado domingo 26 de noviembre, varios vagones se desencajaron de los raíles de la vía 4 y se cayeron en la vía colindante, la 5, lo que provocó el caos en las Cercanías madrileñas.
Más de 30 profesionales de Adif (principalmente encargados de seguridad eléctrica, mecánica e infraestructuras) trabajaron sobre el terreno para solventar este problema y recuperar la circulación lo antes posible.
Lo más “complejo” en toda esta operación fue el encarrilamiento, ya que hubo que utilizar gatos hidráulicos para levantar los vagones.
A lo largo de toda la semana pasada, se produjeron incidencias y restricciones en la circulación de trenes entre Atocha y Recoletos y ésta última permaneció cerrada el lunes 27 a causa de la avería.
Los incidentes en las estaciones de trenes madrileñas son cada vez más frecuentes, lo que ha provocado la queja de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez de sumir en el caos a la Comunidad por la falta de inversiones.