La importancia del líquido de frenos en el sistema de frenado

El sistema de frenos es uno de los componentes esenciales y también olvidado para la seguridad de un vehículo.

En este artículo se va a profundizar en el papel que juega el líquido de frenos y la importancia que tiene en la seguridad del sistema de frenado.

¿Qué es el líquido de frenos?

Como ya se ha dicho, este es uno de los componentes menos valorados, pero no por ello menos importante para el funcionamiento seguro de un vehículo.

A menudo, la gran mayoría de las personas pasan por alto la importancia y la función crucial que desempeña.

El líquido de frenos, también conocido como hidrofreno, es una solución que nació hace años: Su misión es transmitir la fuerza que se aplica en el pedal de freno hasta los componentes activos del sistema de frenos.

Este fluido está compuesto de una serie de componentes químicos que se seleccionan por su gran capacidad para resistir las altísimas temperaturas a la que se exponen los frenos y para evitar la formación de burbujas en el aire. Esto último es muy importante, ya que cualquier burbuja de aire en el sistema de los frenos puede afectar al funcionamiento y comprometer su eficacia.

El sistema de frenos hidráulicos

Los frenos hidráulicos son un elemento vital en la mayoría de vehículos modernos y de maquinarias. Estos también funcionan mediante el trabajo que realiza el líquido de frenos. De la misma forma que antes, la fuerza que se ejerce en el pedal de freno transmite este líquido a los elementos de frenado que se encuentran colocados en las ruedas. Mediante este sistema, se aprovecha el principio físico de los líquidos de no poder comprimirse, para lograr una transmisión precisa y directa de la fuerza aplicada.

En el momento de pisar el pedal de freno, se crea una presión en el líquido de freno. Esta presión es transmitida de forma inmediata a través de las tuberías hidráulicas, y se dirige hacia los pistones en las pinzas de freno (en el caso de que sean frenos de disco) o hacia los cilindros de las zapatas de freno (en el caso de que hablemos de frenos de tambor). Esta acción fuerza que tanto las pastillas de freno como las zapatas de freno entren en contacto con los discos o los tambores de frenado, lo que genera la fuerza y fricción que se necesita para que el vehículo frene.

Características del líquido de frenos

Existen varios tipos de líquidos de frenos, siendo los más comunes el DOT 3, DOT 4 y DOT 5.

Cada uno tiene características específicas, como puntos de ebullición y compatibilidad con diferentes sistemas de frenado. Es crucial utilizar el tipo de líquido de frenos recomendado por el fabricante del vehículo.

Las características más importantes de un líquido de frenos son las siguientes:

Puntos de Ebullición

El líquido de frenos absorbe la humedad con el tiempo, lo que puede afectar su punto de ebullición. Un punto de ebullición bajo puede dar lugar a la formación de burbujas de vapor, reduciendo la eficacia del sistema de frenado.

Corrosión y Desgaste

El líquido de frenos también protege los componentes del sistema contra la corrosión. Un mantenimiento adecuado ayuda a prevenir la formación de óxido y a extender la vida útil de los componentes.

Rendimiento Óptimo

Un líquido de frenos en buen estado garantiza un rendimiento óptimo del sistema de frenado, proporcionando una respuesta rápida y eficaz en situaciones de emergencia.

El taller mecánico y el líquido de frenos

El taller mecánico es el epicentro de la salud y el mantenimiento de cualquier vehículo o de cualquier maquinaria que necesite un sistema de frenado.

En este lugar, los expertos en mecánica automotriz se encargan de diagnosticar y solucionar los problemas que puedan afectar a un coche, grúa, camión, remolques o cualquier tipo de vehículo industrial, comercial o de maquinaria. Y, por ende, el sistema de frenos no puede ser menos. El líquido de frenos juega un papel crucial en este entorno, ya que su estado y nivel son indicadores directos de la seguridad.

Uno de los aspectos más importantes en la revisión de un vehículo en un taller mecánico es la inspección de nivel y el estado del líquido de frenos. Cualquier signo de desgaste o contaminación, puede indicar que sea necesario llevar a cabo una reparación o un mantenimiento inmediato. Los mecánicos también tienen que ser capaces de identificar problemas como la posible presencia de burbujas de aire en el sistema de la que se hablaba antes y que es muy perjudicial para la seguridad.

Además de la inspección visual, los mecánicos pueden realizar pruebas de rendimiento en los líquidos de freno. Estas pruebas funcionan evaluando la capacidad de fluido para mantener una presión constante y su resistencia a la formación de burbujas de aire. Si el líquido de frenos está degradado o contaminado, no solo la seguridad del vehículo o de la máquina con la que se está trabajando, sino lo más importante, la seguridad personal y la de aquellos que están alrededor puede correr peligro.

Importancia de un mantenimiento regular

Por lo tanto, partiendo del punto anterior, es importante cuidar los frenos y atajar el problema en cuanto se detecta. El líquido de frenos es susceptible al deterioro por la exposición al calor y a la humedad y por la aparición de partículas y sedimentos. Los fabricantes de vehículos industriales y comerciales proporcionan recomendaciones específicas sobre la frecuencia con la que debes cambiar el líquido de frenos, algo que generalmente oscila entre 2 y 5 años, dependiendo de las condiciones del manejo y el tipo de líquido que utilices.

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