La tractorada en Madrid ha bloqueado principales vías de entrada en algunas ciudades, pero los agricultores y ganaderos esperarán aún al próximo 21 de febrero para sitiar y bloquear la ciudad. Por ahora no hay riesgo de desabastecimiento en los principales supermercados, pero no se descarta ningún tipo de escenario. Y es que, en algunos puntos, como Ciudad Real, se ha vertido el vino de origen francés.
En Madrid, los agricultores y ganaderos no terminan de llegar a un acuerdo para bloquear Madrid por completo. En Barcelona, por otro lado, los tractores ya duermen en la Diagonal, dejando un carril para emergencias y el tráfico rodado, como ha ocurrido en las protestas del taxi.
La indecisión en Madrid, además, permite a las Fuerzas de Seguridad del Estado una mejor reorganización de efectivos, así como una mejor preparación de la estrategia para impedir que los tractores lleguen a Ferraz e incluso a La Moncloa, aunque el pánico es verlos en la Castellana, unas fotos que dañarían seriamente la imagen del Gobierno de Pedro Sánchez, toda vez que ha pactado la nueva PAC con el ministro de Agricultura, Luis Planas.
LAS CONVOCATORIAS SE SUCEDEN
Las convocatorias se suceden, pero el número de tractores es demasiado bajo como para poner en aprietos a la capital. Y es que, Madrid tiene doce arterias principales, frente a las tres de Barcelona. «Con 20 tractores se bloquea Barcelona, con Madrid se necesitan columnas enteras por cada autovía, incluyendo peajes, así como las nacionales», afirman.
En este sentido, el caos reina en las redes sociales utilizadas para la movilización en Madrid. Ninguno se mueve, pero todos hablan. «No hay suficientes», advierten unos, mientras otros consideran que «se está perdiendo un tiempo precioso para evitar que los antidisturbios impidan su entrada triunfal en Madrid».
Tenemos que estar alerta porque las cosas pueden cambiar
El objetivo no solo es entrar en la capital, sino sembrar el caos en toda la ciudad. De hecho, se están apuntando directamente a puntos de venta de estiércol para lanzarlo por todas las calles. No son pocos los agricultores que apuntan, además, a los ‘urbanitas’ de sus desgracias. «Los de ciudad no entienden el campo, pero solo recurren a nosotros para comprar seis y siete veces más caro», han denunciado.
MADRID, EL OBJETIVO FINAL DE LA TRACTORADA
Colapsar Madrid con tractores es el objetivo del sector más radical, pero también es dar visibilidad a un problema que viene de Europa. Bruselas se ha empeñado en imponer unas reglas que rompen con la igualdad en el mercado. En este sentido, los agricultores están inmersos en una burocracia infinita desde que plantan las semillas hasta su recolección. Todo debe pasar por los ojos de Bruselas, número de plantas, riegos, fitosanitarios… Todo apuntado y digitalizado para una administración que no está preparada para contener tal volumen de datos.
Aún así, Bruselas no ha rebajado los requisitos e insiste en ello, mientras las frutas, hortalizas y otros productos llegados de países como Marruecos, Suráfrica y Latinoamérica no registran control alguno. «Están matando al campo europeo», afirma un agricultor que esperaba estar este sábado en Madrid. No obstante, su columna ha sido interceptada en una vía pecuaria junto a otros 25 compañeros.
El Gobierno no espera desabastecimiento, pero no tampoco descarta el escenario, tal y como ha asegurado el ministro de Transportes, Óscar Puente. «Tenemos que estar alerta porque las cosas pueden cambiar», ha afirmado en Espejo Público.
LOS TRANSPORTISTAS RECHAZAN EL PARO PATRONAL
«Los transportistas -advierte- están teniendo serias dificultades y lo único que piden es trabajar», ha afirmado. No obstante, el campo reivindica precios justos y que se cumpla la ley de la cadena alimentaria, que impide vender a pérdidas en toda la cadena de producción. El principal temor se encuentra en la fuerza de la Plataforma F6, liderada por Lola Guzmán, cuyas fotos en las redes sociales muestran una gran afinidad con Vox.
Por el momento, ninguna gran patronal de transportes se ha sumado a las movilizaciones, pero los tractores, por sus dimensiones, podrían colapsar Madrid siempre y cuando fueran un gran número, unos 1.000 en cada autovía. «No hay suficientes si no suben desde Andalucía», destacan. Además, desde Valencia y Cataluña están más preocupados en cortar la AP-7 que la A-3, mientras que desde Castilla y León no hay una gran movilización, a pesar de estar Vox en la Junta.
