La guardería Pecas, conocida como la guardería de los horrores, echa el cierre tras la orden del Ayuntamiento de Pozuelo. A este centro acudían futbolistas y famosos para escolarizar a sus hijos, pero se encuentra desde el pasado mes de diciembre bajo la investigación de presuntos malos tratos por parte de las cuidadoras a los niños.
El motivo del cierre, no obstante, se debe a la falta de licencias de funcionamiento y actividad. De hecho, tan solo tenía licencia de obras y actividad el inmueble original en el momento de hacerse públicas las detenciones de varias de las empleadas del centro. Los miembros del Consistorio realizaron una exhaustiva investigación para conocer si todos los papeles estaban en regla, una inspección habitual en todos estos casos.
De esta forma, este caso es especialmente sangrante al ser la guardería donde jugadores del Atlético de Madrid dejaban a sus hijos para poder acudir a los entrenamientos. El caso saltó a la palestra cuando una de las trabajadoras, que lleva mucho tiempo trabajando en las instalaciones del centro infantil Pecas, situada en la avenida Juan Pablo II, sería la presunta autora de los hechos. La otra cuidadora es más joven y supuestamente cómplice de la primera.
MALTRATO A MENORES EN LA GUARDERÍA DE LOS HORRORES
La investigación se inició a raíz de las denuncias de una trabajadora en prácticas que llegó a grabar vídeos de forma clandestina en los que se ve presuntas humillaciones a los menores, entre ellas, les increpan diciéndoles que «vuestros padres son ricos».
Tras la inspección y el cierre, el Ayuntamiento de Pozuelo ha propuesto la apertura de un expediente sancionador, que alcanza los 600.000 euros por cada uno de los edificios.
El caso se cierne sobre las cinco exempleadas, tres de ellas acusadas por maltrato, incluyendo la directora, debido a las lesiones que presentaban los menores y por el trato degradante a los mismos. En este centro se cuidaba a los hijos de Álvaro Morata, Mario Hermoso, Saúl Ñiguez y Antonine Griezmann, así como el cantante Huecco. Las detenidas quedaron en libertad con cargos.
Las imágenes, obtenidas de forma clandestina por una de las empleadas en prácticas, muestra las presuntas humillaciones a los menores, con frases vejatorias como «vuestros padres son ricos». Fue la propia exempleada la que presentó denuncia hace semanas ante la comisaría de la Policía Nacional del municipio.
LAS GRABACIONES CLANDESTINAS, CLAVE EN EL CASO DE POZUELO
La exempleada consultó a un familiar, Policía Nacional, si podía grabar con el móvil el interior de la guardería para poder obtener así una prueba gráfica para denunciar al centro. De hecho, las imágenes han servido para dar la voz de alarma y dar rienda suelta a la investigación. La investigación, dada la gravedad del caso, se ha llevado bajo secreto de sumario, sin filtraciones a la prensa para respeto de los hijos de los jugadores, éstos y sus familias.
Las grabaciones, además, están realizadas en blanco y negro, sin sonido, pero han servido para armar la acusación. En las mismas se muestran humillaciones y agresiones, bofetadas, pisotones y dejar a los niños encerrados en cuartos oscuros. Ninguno de los padres conocía los hechos y mostraron su sorpresa al conocerlos, poniéndose todos ellos en manos de abogados para poder proceder a la acusación particular.
LA FALSA RELACIÓN CON BRITISH COUNCIL
El centro, por su parte, siempre ha mostrado su predisposición para colaborar con la justicia, mientras ha realizado una defensa del centro al considerar que se trata de una guardería ejemplar, con 30 años de trayectoria. Desde la Consejería de Educación también se muestra cautela y esperarán a la resolución judicial del caso.
La guardería alardeba de su vinculación estrecha con el British Council, uno de los colegios más prestigiosos de Madrid. No obstante, este centro ha negado cualquier vinculación desde 2018, en el que se paralizó la relación contractual. «Cualquier vinculación entre el British Council y el centro infantil ‘Pecas’ es errónea y falsa», afirma el centro.
