“Si eres abogado y lees esto es muy probable que aumentes, de forma considerable, el número de clientes que tienes actualmente.”
El problema que tienen los despachos de abogados es que, salvando su marca o su especialización, todos parecen lo mismo. Sin ánimo de ofender, a lo que se refieren desde Mukane es que esto deja una gran ventaja: destacar es muy fácil.
Se explican, no se está diciendo que se sea una réplica de la competencia, que los servicios no sean de calidad, o que no se tenga algo que los demás no tienen, sino en la incapacidad de comunicar el valor único al público objetivo.
En Mukane, les gusta tocar 3 palancas clave para conseguir:
Hablar en el idioma del cliente (y no comunicar los servicios como si se hablara entre abogados)
Dejar de decir lo mismo que los demás y posicionarse como un referente.
Un equilibrio entre ser profesional y resultar interesante provocando que aumente el deseo de ponerse en las manos de este.
Lo que, sumado a una estrategia de captación y cualificación de clientes personalizada, se traduce en más contactos y más ventas. ¿Cómo?
Tocando los puntos de dolor del cliente en cada una de las fases de la estrategia, provocando que le resulte imposible no interesarse por el servicio.
No importa si la especialidad es Derecho Mercantil, Laboral, Penal o cualquier otra área. Tampoco es relevante el tamaño ni los años de experiencia. Es una fórmula que funciona independientemente de si uno se encuentra dentro de un nicho o es una gran firma.
Es sencillo. Que no simple.
Se centran en el valor único del despacho para mejorar la presencia, transmitir la verdadera autoridad que se tiene y crear campañas de captación con mensajes de venta que conectan con las motivaciones reales del público objetivo, posicionándose como la mejor opción para llevar su caso.
Como dijo Seth Godin “O eres diferente o eres indiferente”.
Aquellos que crean que merece la pena ser diferente.
O simplemente quieran destacar.
O les interese captar más clientes.
Aquí está Mukane.