Algunas personas buscan hospedarse en una casa rural para salir de la agitada rutina del día a día, ya sea en compañía de la pareja, los familiares o los amigos.
Este tipo de espacios, generalmente, se ubican en entornos naturales alejados de la ciudad, lo que permite respirar aire puro y ponerse en contacto con la naturaleza.
Entre la infinidad de alternativas disponibles, destaca Jesuskoa, un caserío tradicional vasco ubicado en Zumaia, Guipúzcoa, muy cerca de San Sebastián, el cual tiene una significativa historia, ya que fue construido por los Jesuitas en el siglo XVII y ha sido restaurado para recibir huéspedes de cualquier procedencia.
La experiencia de hospedarse en la casa rural Jesuskoa
La casa rural Jesuskoa es, hoy en día, un lujoso y confortable centro de hospedaje, donde locales y turistas pueden pasar los días de una forma diferente, con todas las comodidades. En este lugar hay cinco apartamentos independientes, totalmente equipados y con capacidad para entre 3 y 5 personas: Aritza, Pagoa, Urkia, Lizarra y Sagarra. Cada uno de ellos se adapta a diferentes gustos y necesidades.
Los apartamentos son de diversos tamaños, ya sea de una o dos plantas, y tienen una terraza acristalada con vista al jardín y calefacción. Algunos son aptos para personas con movilidad reducida.
Todas las estancias incluyen habitaciones con chimenea, camas confortables, una cuna y baños con ducha y secador de pelo. Asimismo, tienen integrada una cocina-comedor con todos los utensilios y equipos para cocinar, como horno, cafetera, tostadora y nevera.
Los huéspedes pueden alojarse con sus mascotas sin problema. Por otro lado, si tienen niños, pueden disfrutar de un divertido parque infantil dentro de la propia casa. También pueden planificar una rica comida aprovechando que disponen de una barbacoa.
Quienes viajen en coche propio no deben preocuparse, ya que tienen a su disposición un parking donde los vehículos estarán completamente seguros. En este espacio, hay cinco estaciones para coches eléctricos.
Otras instalaciones
Más allá de todo lo mencionado, esta casa rural cuenta con otras instalaciones que permiten disfrutar al máximo la estancia, entre ellas un gimnasio, para que los amantes del fitness no descuiden su rutina.
Para pasar un rato agradable fuera de los apartamentos, hay un lobby bar para deleitarse con algún licor y un restaurante con un menú variado. Además, hay una granja de animales en la que se pueden admirar diferentes especies, una huerta y una estación de alquiler de bicicletas eléctricas para quienes deseen dar un paseo.
Todas las peculiaridades de Jesuskoa lo convierten en el lugar perfecto para pasar unas vacaciones o un fin de semana fuera de lo común. Lo mejor de todo es que los visitantes tienen prácticamente de todo dentro de la casa rural, por lo que no tienen que salir de este espacio si no lo desean.