spot_imgspot_img

El Anillo Verde de Villaverde estará integrado en el cinturón forestal de 75 kilómetros que bordeará Madrid

El Ayuntamiento de Madrid ha autorizado este jueves en Junta de Gobierno el contrato de obras para acondicionar el ámbito del anillo verde de Villaverde que formará parte del Bosque Metropolitano, el cinturón forestal de 75 kilómetros que bordeará Madrid y contribuirá a la lucha contra el cambio climático.

Para realizar esta obra, que tiene un plazo de ejecución de cinco meses desde su inicio el próximo mes de abril, también se ha autorizado el gasto de 1,6 millones de euros, IVA incluido, según ha informado la portavoz del Gobierno municipal, Inmaculada Sanz.

El objetivo de esta actuación, impulsada por el área de Desarrollo Urbano que dirige Mariano Fuentes (Cs), es “acondicionar y poner en valor” esta parcela del Patrimonio Municipal de Suelo para su uso como zona verde. En la actualidad, presenta una “alta degradación medioambiental” debido a la falta de uso, que propicia el vertido de escombros y otras incidencias. Con esta acción se pretende recuperar como zona verde para que la disfruten los ciudadanos.

Los trabajos de acondicionamiento consistirán en movimientos de tierras, excavación y saneo de la parcela, creación de caminos de acceso y tránsito, zonas estanciales, pavimentación, alumbrado, drenaje, plantación de especies arbóreas e instalación de riego automático y de mobiliario urbano.

EL PROYECTO

La parcela sobre la que se va a actuar es una gran extensión de terreno en la que se prevé crear un corredor verde que una el parque forestal de Julio Alguacil Gómez con el parque de Pradolongo.

Se definen dos entradas, una por el parque forestal para darle continuidad y otra por la carretera de Carabanchel a Villaverde, con la idea de fomentar la conexión entre los distritos de Villaverde y Usera. Las entradas se unirán a través de un camino sinuoso que se amplía en una gran plataforma central en la que se integrarán diversas actividades, aparatos para la práctica del deporte y zonas estanciales.

El camino de unión proporciona movimiento al proyecto y a la vez se adapta a las curvas de nivel para cumplir la accesibilidad. Con un tratamiento paisajístico que combina distintos estratos y floraciones, es el elemento que organiza la continuidad del recorrido e invita al paseante a descubrir el ámbito.

Estará bordeado por árboles de mayor porte que le aportarán sombra y, a su vez, delimitará diferentes hábitats, concebidos como áreas forestales distintas, cada una con su propio arbolado.

Esto se verá complementado, además, por la actuación de acondicionamiento y renaturalización que se va a llevar a cabo en el borde de Orcasitas, que supondrá otro hito en su conexión con el Bosque Metropolitano.