El Sindicato de Enfermería (Satse) ha denunciado que el parón en el traspaso de la sanidad penitenciaria a las comunidades autónomas (CCAA) sigue empeorando la situación de las personas presas y de los profesionales sanitarios, como es el caso del personal de enfermería que trabaja en las prisiones españolas.
Además, Satse subraya que la pandemia de la Covid-19 ha provocado un grave empeoramiento de las condiciones laborales de las enfermeras y enfermeros que trabajan en los centros penitenciarios españoles “mientras siguen sin experimentar ningún avance las negociaciones entre Gobierno y comunidades autónomas para el traspaso de la sanidad penitenciaria”, reiteran.
El sindicato señala que, según los últimos datos aportados por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, hay cerca de 600 casos activos de coronavirus entre internos y trabajadores en las 71 prisiones dependientes aún del Gobierno; lo que supone alrededor de unas 3.500 personas contagiadas en estos lugares desde el inicio de la pandemia en España.
“La tercera ola de la Covid-19, como las anteriores, ha golpeado fuertemente a los centros penitenciarios de nuestro país y el conjunto del personal sanitario que atiende y cuida a la población privada de libertad continúa poniendo en riesgo su salud y seguridad mientras constata que las autoridades competentes siguen mirando hacia otro lado en lugar de dar una solución definitiva a las penosas condiciones laborales que sufren día tras día”, apuntan desde Satse.
Así, la organización sindical recuerda que hace ya meses se produjeron noticias sobre algún avance en las negociaciones en el caso de Baleares y Navarra, “pero hoy en día ni el Gobierno central ni los de las comunidades autónomas afectadas (todas, excepto Cataluña y Euskadi) han mostrado una disposición real de culminar un traspaso que está pendiente desde hace años”, advierten.
Por otro lado, Satse destaca que el riesgo de contagio entre las personas presas y los profesionales es mayor que el que tiene la población general, ya que las cárceles son espacios cerrados donde los internos y el personal sanitario y de otros colectivos han de permanecer en condiciones de proximidad y cercanía durante periodos prolongados de tiempo. Por ello, reclama que la vacunación de los profesionales que trabajan en las prisiones se complete lo más pronto posible.
En lo que respecta a las condiciones laborales del personal de Enfermería, el sindicato reitera que la falta de suficientes profesionales de este colectivo y de otros, como médicos o farmacéuticos, provoca una gran sobrecarga y tensión laboral, así como que se vean obligados a desempeñar funciones que no les competen para no dejar sin atender a las personas privadas de libertad.
Asimismo, la organización sindical incide en que “estas enfermeras y enfermeros trabajan en un entorno laboral muy difícil e inseguro al prestar su atención y cuidados a una población de riesgo con un gran número de personas que sufren problemas derivados del consumo de sustancias estupefacientes u otros procesos que pueden facilitar el contagio.
Así, reiteran que se trata de una “lamentable realidad” que mejorará “notablemente” si las distintas comunidades autónomas se hacen cargo de la gestión de la atención sanitaria en sus respectivos centros penitenciarios, afirma Satse, incidiendo en la necesidad de que se impulsen las negociaciones necesarias para que definitivamente se produzca el traspaso de la sanidad penitenciaria en lo que queda de la actual legislatura.