El carril bici de Castellana sumará finalmente trece kilómetros, 6,5 kilómetros en cada una de las direcciones, en una nueva infraestructura que discurrirá entre Atocha y Plaza Castilla y se convertirá en “la columna vertebral de la movilidad ciclista en Madrid”, según han informado fuentes del área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad.
Este nuevo proyecto conectará con todos los carriles bicis existentes y se ha dividido en seis tramos de obra. El primero de ellos, entre Plaza Castilla y Raimundo Fernández Villaverde, será el primero en ejecutarse y comenzará a finales de año, con un plazo de ejecución de doce meses y un presupuesto de seis millones de euros.
El resto de fases del proyecto se iniciarán a finales de 2022 y se dará respuesta así a un compromiso adquirido por todos los grupos del Ayuntamiento de Madrid en los Acuerdos de la Villa, que se rubricaron el pasado mes de julio.
Según se recoge en la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, es una medida “clave” para promover la movilidad ciclista, peatonal y el fomento del transporte público en la capital.
En lo que respecta a la movilidad ciclista, según los cálculos realizados por el Área competente, este proyecto permitirá incrementar hasta 4.000 los viajes diarios en bicicleta en el eje, 3.000 más de los que se contabilizan en la actualidad, y conllevará un trasvase del vehículo privado y la moto a la bicicleta de hasta 1.400 trayectos diarios.
“Esta infraestructura va a permitir la mejora de la calidad ambiental disminuyendo hasta un 10% los desplazamientos que ahora se hacen en coche o moto. El trasvase modal se calcula teniendo en cuenta únicamente los vehículos cuyo origen y destino se encuentra en el eje de Castellana, lo que implica una reducción acumulada de más de un millón de kilómetros anuales en coche y la disminución de 187 toneladas de CO2 y 319.000 kilogramos de NOx”, han detallado desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad.
En la actualidad se registran en este espacio 56.000 desplazamientos peatonales al día y, para incentivar la movilidad peatonal, el proyecto va a ir acompañado del acondicionamiento de aceras y la creación de nuevos itinerarios, consiguiendo más de 27.000 metros cuadrados de aumento de superficie peatonal y la habilitación de cinco nuevos pasos de cebra.
Respecto al transporte público, a día de hoy se registra diariamente 20.000 viajes, y para impulsar su uso se construirán seis kilómetros adicionales de carril bus.
TRAMOS DEL CARRIL BICI
El primero de los tramos, que comenzará a construirse a finales del presente 2021, transcurrirá entre Plaza Castilla y Raimundo Fernández Villaverde, con 1,2 kilómetros de longitud y 100 metros de sección.
El segundo tramo, entre Raimundo Fernández Villaverde y San Juan de la Cruz será de medio kilómetro y otros 100 metros de sección, mientras que el tercer sector irá hasta Emilio Castelar, con 800 metros de distancia y 80 metros de sección.
Por su parte, el cuarto tramo abarcará desde Castelar hasta Colón, con otros 80 metros de sección y una longitud de un kilómetro; el quinto discurrirá hasta Cibeles, con 90 metros de sección y 800 metros de tramo; y, por último, el carril bici culminará en Carlos V, con un sector de 1,3 kilómetros de longitud.
El trazado de la vía ciclista en este primer tramo está diseñado como dos carriles “unidireccionales y segregados a ambos lados de la vía central”. La mayor parte del trazado discurre entre la franja de bulevar y la vía lateral del paseo, materializándose una sección de vía ciclista de dos metros de ancho, que discurre mayoritariamente entre las alineaciones de arbolado y que actualmente se encuentran entre los aparcamientos en batería de la vía lateral.
“Con este proyecto no solo se aporta una infraestructura ciclista segregada, que permite circular a los ciclistas de una manera segura, sino que también mejora la movilidad peatonal con una mayor permeabilidad transversal, incrementando el número de pasos de peatones y mejora al transporte público dándole una mejor segregación con respecto al tráfico general con la eliminación de recorridos innecesarios y adecuación de las paradas”, ha explicado el Área.
TRANSFORMACIÓN DE LA MOVILIDAD Y APARCAMIENTO
Por otra parte, el proyecto del carril bici también acarrea “importantes mejoras en el esquema de la movilidad”, especialmente del primer tramo de recorrido, que incrementan la seguridad de los ciclistas y prioriza la movilidad de estos.
Así, se remodela la intersección del Paseo de la Castellana a la altura de la calle Profesor Waksman; se anula dos ‘transfers’ de entrada y salida al tronco de la vía en el lado de las viviendas con número impar entre Plaza Castilla y Plaza de Lima; y se reordena la movilidad en la zona de los túneles de Azca, incorporando los túneles al lateral en vez de al eje mejorando la continuidad del carril bus.
En lo que respecta a la reconfiguración del aparcamiento, el Medio Ambiente y Movilidad ha detallado que el espacio para la vía ciclista se obtendrá a partir de la modificación del actual aparcamiento en batería por aparcamiento en línea en la mayor parte de los tramos.
Esta medida permitirá mantener los dos carriles de circulación y la banda de aparcamientos junto a las edificaciones para conseguir “preservar el funcionamiento del tráfico en condiciones similares a las actuales”, aunque se eliminarán 134 plazas.
Finalmente, han detallado que se han adoptado “soluciones de urbanización sostenibles” a través de la separación del carril bici del paseo peatonal del bulevar y de la banda de aparcamiento por un parterre longitudinal con plantaciones de arbustos.