Elsa Martínez, Directora de Comunicación de Mascarillas Béjar, ha visitado el grupo Merca2 para concedernos una entrevista en la que nos ha contado cómo esta empresa se reinventó hasta convertirse en una empresa pionera en la fabricación de mascarillas.
¿Cuántas mascarillas fabricáis?
Al mes fabricamos 30 millones de mascarillas. Ten en cuenta que tenemos una línea de fabricación de aproximadamente 10 máquinas trabajando a pleno rendimiento, fabricando en tres turnos, 24 horas al día.
A parte de todo esto, también fabricamos al mes entre 2 y 3 millones de mascarillas fpp2. Tenemos casi 4 líneas de fabricación que al día hacen más de 100 mil unidades.
Fuisteis los primeros en responder rápidamente a la demanda de este tipo de productos sanitarios, ¿qué pasó en España para que no fuéramos capaces de responder a esta demanda?
Nos hizo muy felices saber dar una respuesta española de primera magnitud, rápida, eficaz y en tiempo récord a una necesidad que tenía el país por haberse dejado llevar por la deslocalización.
Esto es lo más grave que ha hecho España en mucho tiempo. No había de nada. En España no hay ni gomas, ni siquiera alfileres de costureras… Cuando se desmantela la industria española, viene una pandemia, hay escasez y pasan estas cosas.
¿Cuánto más va a durar la mascarilla? ¿Pensáis que ha venido para quedarse mucho tiempo más?
Oigo muchos debates en los que la gente está calculando cuándo nos vamos a poder quitar la mascarilla. Yo quiero ser un poco menos optimista. A nadie nos gusta vivir con mascarilla, ni a nosotros que la fabricamos. Nos hemos tenido que reconvertir como un “mal necesario”. No nos hace felices tener que fabricar este tipo de productos.
Fuimos los primeros, corriendo y con un riesgo incalculable. Sabemos que la pandemia no se va a ir mañana, la gente no se puede relajar con las mascarillas. No lo digo por vender estos productos, sino por una objetividad sanitaria.
La realidad es que mientras todo el planeta no se vacune al 100%, existen los viajes y las migraciones, y con las personas va el virus. Va a haber reflujos durante los próximos meses. Por ello la OMS no recomienda que se levanten las mascarillas en la calle hasta que haya una total y absoluta percepción de seguridad mundial.
A lo mejor dejamos de llevarla por la calle en espacios abiertos. Esto es lo primero que vamos a tener claramente a corto/medio plazo. Sin embargo, en espacios cerrados calculamos que esto va a durar hasta mayo del 2022 mínimo.
Está claro que habéis reconvertido vuestro negocio con la llegada de la pandemia, ¿qué haréis cuando, a muy largo plazo, las mascarillas no sean obligatorias?
Nosotros no vamos a desmantelar la fábrica porque tenemos un montón de hospitales europeos y españoles a los que atender. También existen muchos profesiones esenciales que tienen contacto directo con los pacientes. Las mascarillas para ellos seguirán siendo objetivamente necesarias.
Por este motivo, hemos decidido crear Textiles Béjar. Pensamos que, en lo referido al mercado, la venta al consumidor particular irá descendiendo poco a poco, pero la profesional subirá.
Ahí es donde vamos dirigiendo nuestros esfuerzos comerciales y de comunicación, a dar solución a que toda la gente que trabaja de cara al público no corra peligro en el desarrollo de su trabajo.
‘Mascarillas Béjar’, reinventarse o morir
En medio de la llamada España Vaciada, una pequeña empresa textil emplazada en Salamanca decidió reinventarse en uno de los momentos más difíciles para arriesgarse.
En marzo del 2020, en medio del caos que trajo la sobrevenida pandemia, esta empresa cambió radicalmente su producción para empezar a fabricar mascarillas. La falta de equipamiento médico fue una de las motivaciones que les llevaron a reinventarse para dar respuesta a esta urgente necesidad.
En ‘Mascarillas Béjar’ cambiaron las telas y los trajes de chaqueta por las gomas y las capas de algodón. Lo que al principio era un pequeño negocio con 6 empleados, pasó a contar con más de 50 trabajadores.
Hoy es una empresa líder en España. Además de ello, Mascarillas Béjar apuesta por la investigación. El pasado mes de octubre recibieron el Premio Innovación 2020 por su mascarilla NAN300, lo que supuso una revolución en lo referido a este producto sanitario.